Catálogo de edificios en el PGOU (II)

A falta de los últimos ajustes y aprobación en pleno Extraordinario, el Plan General de Ordenación Urbana toca a su fin tras larga demora en el tiempo y una inversión millonaria en euros. Se trata de la herramienta legal que marca la hoja de ruta al asentamiento, desarrollo y tipo de ciudad al que se aspira en los próximos años. Toda la documentación generada se recoge en XII voluminosos tomos. El Pgou-2012 sustituye a los de 1986 y 1998 y estos a su vez al Plan Prieto Moreno der 1949 y su revisión en marzo de 1962.

CATÁLOGO

El Catálogo de Patrimonio Arquitectónico -uno de los apéndices del Plan- trata del conjunto de elementos urbanos y rurales identificados: edificios públicos y privados, civiles, eclesiásticos y militares; viviendas uni y plurifamiliares, jardines históricos, espacios abiertos y bienes etnólogicos (patrimonio industrial, cortijos, mobiliario urbano peculiar, escudos, cruces o sistemas hidráulicos). En total 555, distribuidos en tres apartados. El nº 1 (con 26) es el de mayor valor tipológico: declarados o incoados Bien de Interés Cultural o que pudieran alcanzar tal categoría. En cambio el nivel 3 relaciona 438, en su gran mayoría casas particulares, incluidas las de puerta y una o dos ventanas, hábitat generalizado de la clase obrera y media almeriense avecindada en barrios y ensanches. El Catálogo contempla su protección integral (monumentos y bienes de Interés Cultural), global y parcial; en mayor medida las fachadas y componentes característicos de su interior (crujías, escaleras, ventanales).

Aunque poseo informatizado el Pgou del 98, solo lo había consultado en casos puntuales. Ha sido ahora, al detectar el peligro real de demolición del convento matriz de las Religiosas Adoratrices, cuando me he decidido a repasarlo en detalle. Por cierto, tras mi denuncia en las páginas de Diario de Almería, tanto las monjas como el Ayuntamiento parecen dispuestos a llegar a un acuerdo que impida la desaparición del edificio diseñado por el arquitecto Enrique López Rull en el paraje del Quemadero e inaugurado en junio de 1920. Es buena noticia sin duda el que una singular seña de identidad almeriense se mantenga en pie

NIVELES 1,2 Y 3

La lectura del conjunto protegido no puede sino decepcionar a quien medianamente sienta y conozca el pasado más o menos reciente de la capital. Por defecto, omisión e información errónea se llega al convencimiento de que el redactor o equipo de redactores no ha estado especialmente acertado. Junto a sus indudables aciertos, más bien parece obra de un becario poco aplicado. Puesto que un periódico no es soporte adecuado para extenderse uno a uno en detalles, la "cata" se limita a desajustes notorios y fácilmente corregibles, creo. Cuando menos, no está actualizado. Sigue el patrón del anterior sin mayores comprobaciones ni contrastar debidamente las fuentes; por tanto las anomalías se suceden especialmente en los epígrafes Observaciones, Referencias bibliográficas y Descripción. Es cierto que recurren, prioritariamente, a dos prestigiosos autores (Emilio Ángel Villanueva Muñoz y José Ángel Tapia Garrido), pero no lo es menos que tales obras (Urbanismo y Arquitectura en la Almería Moderna (1780-1936) y Almería piedra a piedra) fueron editadas en 1983 y 1992 y desde entonces la investigación ha avanzado lo suficiente como para subsanar determinadas lagunas historiográficas: antigüedad del inmueble y autoría de los planos, sobre todo.

Sorpresivamente -salvo error por mi parte- en ninguno de los tres niveles se incluyen los refugios para la defensa de la población civil ante los bombardeos fascistas; comenzados a construir en los primeros meses de 1937 según proyecto del arquitecto Municipal Guillermo Langle Rubio y del ingeniero de Minas Carlos Fernández. Resulta frustrante, entre otras deficiencias, que tanto la página de Turismo del Ayuntamiento como en las visitas guiadas al abovedado subterráneo no destaquen debidamente a este último. Pero lo que verdaderamente causa indignación, entre otras deficiencias, es que por ignorancia o mala fe omitan, sistemáticamente, la vital importancia que para la habilitación plena de aquella cámara del terror tuvo el gobernador Civil, miembro del PCE, Vicente Talens Inglá. En cambio, el Nivel 3 sí contempla tres kioscos decorativos enmascarando otras tantas bocas de acceso; proyecto de Langle (este en exclusiva) por encargo del régimen franquista en los pasados años cuarenta (al desconocerse las autoridades la deriva final de la guerra europea, optaron por mantener operativos los refugios). Se trata de los ubicados, con distinto uso comercial, en las plazas Urrutia, Marqués de Heredia y Virgen del Mar. Sin embargo queda fuera de catálogo otro en Regiones Devastadas, en la Cta. de Ronda, frente al hospital de Cruz Roja.

En el epígrafe de Bienes Etnológicos (Nivel 1) también tiene cabida dos cruces de diferente significado: Cruz de Martos y Cruz de Caravaca. De la primera poco sabemos hasta ahora -tampoco, por transmisión oral, los habitantes de la Vega consultados-. Solo se dispone de una inscripción en la pilastra de piedra: "A devoción de Don Juan de Villalobos y Martos". Fernando Ochotorena (La vida de una ciudad. Almería siglo XIX), citando un Acta de Beneficencia, fija los hechos en mayo de 1839: "Tuvo lugar en este año el crimen conocido como el de la Cruz de Martos, en que fue asesinado el Sr. Villavicencio, perteneciente a la Nobleza de esta ciudad. Fue apresado uno de los criminales, el gitano conocido por el apodo de "Casariche", que fue ahorcado". La incógnita sigue sin despejarse. No se encuentra localizable dicha Acta ni se refleja el crimen en las de Cabildo municipal o Boletín de la Provincia. Asimismo, la búsqueda en la Real Chancillería de Granada sobre el personaje y/o el suceso ha sido negativa.

Pese a que la de Caravaca está declarada BIC desde 1985, es tan clamorosa como preocupante la ausencia absoluta de anotaciones en su ficha. A excepción del párrafo: "En el año 2005, según reza una placa conmemorativa, se inaugura la remodelada cruz y su baldaquino en el mismo lugar donde antes estuvo otra menos marmórea y màs discreta". Podían haber trascrito otra que dice:

Este sagrado Humilladero se erigió en gloriosa memoria del feliz sitio y día del (sic) 28 de diciembre de 1490 en el que por el Rey Zagal entregaron las llaves de la Ciudad a los Señores Reyes Católicos y que fue reedificado en 1777.

Reinando en España el Señor Don Carlos III, siendo Gobernador Militar y Político de ésta Plaza el Señor Don Florencio Moreno, Coronel de los Ejércitos. A expensas de los propietarios de ésta Ciudad por dirección de su Comisario y Regidor el Capitán de Caballos don Felipe González Corbalán.

Esta, de madera, fue arrancada por las riadas del 27 de octubre de 1769 de su anterior emplazamiento, presumiblemente inmediato a la parroquia de San Sebastián (mientras repusieron la nueva estuvo depositada en la ermita de Ntra. Sra. de Belén). Continuará.