Centenares de vecinos recuerdan en Albox a la mujer asesinada
Los familiares de la víctima, visiblemente afectados, afirman haber vivido "el día más duro de nuestra vida"
La rabia contenida se mezclaba en la jornada de ayer con la incredulidad. Eran dos de los sentimientos más repetidos por todos los vecinos, que aún después de más de veinticuatro horas, no terminaban de asimilar la triste noticia por la que una vecina suya resultaba muerta a manos de su todavía marido.
Más de doscientas personas se concentraban a las puertas del Consistorio albojense como muestra de repulsa y condena hace el último caso de violencia domestica que se ha cobrado la vida de María Cerdán, de 42 años de edad, cuando se encontraba en proceso de divorcio de Francisco Agustín G. T.., de 49 años de edad. Las heridas que su marido le propinó con arma blanca en el abdomen y el cuello en el domicilio conyugal, dejan rotas a sus dos hijas de 13 y 22 años y a numerosos familiares que también acudieron al acto de condena.
Francisco Cerdán, hermano de la víctima, acudía acompañado por su sobrino. Ambos visiblemente afectados quisieron con su presencia repudiar lo sucedido. "Estamos muy afectados, la familia ha quedado muy golpeada; ayer viví el momento más duro de mi vida, sobre todo cuando tuve que explicarle a mi prima de 13 años, que su madre había muerto" manifestaba José Antonio Cerdán, sobrino de María C.
Las banderas del Ayuntamiento de Albox ondeaban a media asta y con crespones negros. Numerosos vecinos fueron acercándose desde media mañana a las puertas del consistorio, entre ellos, muchos jóvenes del instituto, compañeros de una de las hijas. El acto, estuvo presidido por el alcalde de Albox, José García Navarro y la Diputada de Igualdad, Emma Sola, quien quiso hacer un llamamiento para que "todas las mujeres denuncien cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, de esta manera las administraciones podemos apoyarles y protegerles frente a los agresores". Un mensaje que se repitió por parte de todos los concejales de la corporación, ya que en este caso, a pesar de la estrecha relación con la víctima por su trabajo de cuidadora social, no existía ninguna denuncia previa que hiciera presagiar lo sucedido.
Los cinco minutos de silencio fueron rotos por un fuerte aplauso, en memoria de María Cerdán, una vecina que sus propias compañeras de trabajo presentes en el acto, definieron como "una buena persona, muy trabajadora y mejor amiga" manifestaron.
El cuerpo de la fallecida era entregado a los familiares después de la autopsia a las tres de la tarde. Desde entonces familiares y numerosos vecinos, permanecen en el tanatorio albojense velando el cuerpo. Hoy a las once de la mañana se procederá al santo entierro en la Iglesia de Zurgena.
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