De la Chanca, a mucha honra
Una frase de Juan Goytisolo sirvió a los participantes en el encuentro para dar comienzo a la primera jornada · Talleres de música, baile y un concierto flamenco amenizaron la mañana a más de 60 niños
El Negrillo se acerca con paso firme que contrasta con sus cinco años. Toma el micrófono y mira al auditorio. Una sala Bioclimática repleta de niños del CEIP La Chanca. A capela, comienza con el cante flamenco. Luego llegará el momento de dar buena cuenta del paquete de caramelos de menta acompañado por el cantaor Eduardo García y el guitarrista Eduardo Aguilera. De casta le viene al niño. Su abuelo fue El Negrillo, guitarrista que inició en las seis cuerdas a José Fernández Torres, Tomatito.
Coraima no quiso micrófono. Necesitaba las manos libres para darse al baile. Y así, con las palmas de sus compañeros, acompañó una canción. Pide ayuda a Johnny, pero el pequeño no quiere. Fue uno de los platos fuertes de la mañana de ayer en la Universidad de Almería. A las diez de la mañana se presentaba el programa La Chanca, un barrio que sueña. Camisetas, recortes de periódico y una muestra de fotografías para introducir a los visitantes en el universo de este barrio. No hay lenguaje más universal que el de la música. Y de ello bien sabe el director de la orquesta de la UAL, Juan Rafael Muñoz. Es el primero que baila, que canta, anima y palmea. A su lado, los alumnos de Educación Musical, implicados, fagocitados por la magia de una de las zonas más emblemáticas de Almería. Música del Oeste, yipi yipi hey, cabalgar en un animal imaginario, flauta, oboe, caja flamenca. Los Eduardos (Aguilera y García) no pierden detalle. Han llegado a primera hora, cantaor y guitarra, para participar en el encuentro. Pasan las once la mañana. Cinco minutos de espera al rector que será el encargado de dar la bienvenida a los alumnos y que estará acompañado por Ana Vinuesa, delegada de Obras Públicas, Pilar Ortega, concejal de Participación Ciudadana, José García, presidente de la asociación de vecinos La Traíña y María Dolores Jiménez, secretaria de la Facultad de Ciencias de la Educación.
¿Que faltan algunos minutos para el comienzo del acto? No importa. Color esperanza de Diego Torres, para animar a los pequeños. Coreografía improvisada y algún que otro tropezón.
Cuando la mesa ya estaba llena, Molina mira hacia delante. Sonríe, quiere regresar a sus años de infancia. Que estudiéis, que la Universidad es vuestra, que os espero de aquí a unos años... y pasa la palabra a Vinuesa que habla de las mejoras que se están produciendo en el barrio. A muchos de ellos les conoce desde que eran muy pequeños. Ortega destacó la importancia de los niños para construir un mundo diferente, porque "sois sinceros, sin maldad, inquietos y traviesos".
A continuación, García aprovechó la circunstancia para dar a conocer más el barrio, hablar de planes de futuro, de presente y de las carencias actuales del mismo. "No somos ni mejores ni peores, somos como el resto", concluyó.
Un niño de camiseta roja que se sienta al final de la sala ya no puede más. Demasiado tiempo quietos. Echa de menos la música, la actividad. Pero los despiden con un aplauso antes de comenzar la segunda parte.
No tardó en llegar. Una visita a la biblioteca (museo de los Juegos 2005) donde tuvo lugar una lectura sobre La Chanca en el aula Juan Goytisolo, quien pronunció un día la frase "de la Chanca, y a mucha honra", que sirvió como eslogan para las camisetas.
Los asistentes disfrutaron de un desayuno y de talleres, entre los que destacaron los de deportes que se desarrollaron a mitad de la mañana. Un encuentro con los alumnos de Educación Física coordinado por la profesora Irene Hernández que les sirvió para disfrutar más aún de la vida sana.
Y el flamenco, que es lo que a ellos les gusta. A las 13:00 horas, el cantaor Cristo Heredia interpretó algunos temas junto a los pequeños, una iniciativa que se convirtió en una fiesta.
Ya en jornada de tarde, tuvo lugar una mesa redonda sobre el compromiso de la mujer en el barrio de La Chanca coordinada por Bárbara Herrero, profesora de árabe de la Facultad de Humanidades y Trinidad Escoriza, arqueóloga y docente en Humanidades. Para terminar, la cantautora Sensi Falán ofreció un recital. Los actos continúan hoy. Más música, arte y canciones para presentar uno de los eventos más preparados para celebrar que 2010 es el año de la Educación.
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