Churros, baile y chocolate para una mañana blanquiverde en La Cañada
La asociación de vecinos San Urbano entregó sus premios con motivo del Día de Andalucía en la plaza principal · Los niños que asistieron participaron en un concurso de dibujo sobre la Comunidad
"¡A ver, sé que a algunos de vosotros vuestros papás os han echado una mano y aunque eso no se puede hacer, este jurado cree que los dibujos los habéis terminado vosotros solos, así que los damos todos por válidos". El presidente de la asociación de vecinos San Urbano de La Cañada, Antonio Ruano, apaga la música ambiente para dar un primer aviso. Está a punto de comenzar el acto. En ese momento, los más de ciento cincuenta pequeños que participan en el certamen de dibujo basado en la Comunidad Autónoma levantan los ojos del papel y dejan en la mesa la cera de colores. David Bisbal ha dejado ya de cantar en los altavoces y se hace un pequeño silencio.
El crujir del papel de la churrería se confunde con el ir y venir de las madres que dan a sus hijos los últimos retoques porque están a punto de subir al escenario. Han sido muchos ensayos y demasiados nervios, explican algunas.
Quedan unos minutos, señala el representante vecinal, "porque estamos esperando a algunos invitados". Cuando ya están todos, dos pequeñas portan desde la puerta de la sede y hasta el pie del mástil una bandera andaluza perfectamente doblada. Los premiados, Ferretería GYM, Antonio Yepes y Diario de Almería ya están al lado de la blanquiverde que comienza a elevarse poco a poco.
El tenue viento juega una mala pasada y a veces hace que la tela se pose sobre la cara de algunos de los allí presentes.
A continuación Ruano presenta a los ganadores. Cada uno de ellos expresa todo lo que quiere decir, unas palabras de agradecimiento. Y llega el momento esperado. Suben los pequeños que serán los protagonistas del acto sobre las tablas. La asociación San Urbano, que tiene diferentes grupos, interpretó verdiales, tangos y una boda gitana: "¡completa!", dice una de las pequeñas.
También estuvieron el grupo de baile de Sonia Berenguel así como los miembros de la escuela de moderno de María Expósito.
La asociación les regaló tras su actuación una bolsa que contenía una botella de agua y un bocadillo, para terminar de reponer fuerzas en una mañana de música y chocolate. "Los de la churrería nos han hecho un precio anticrisis", destaca Ruano, "para que todos puedan disfrutar de un desayuno, que les gusta mucho".
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