Cientos de niños salen a la calle a dar la bienvenida a sus Majestades
Amat recibió a Melchor, Gaspar y Baltasar en el Castillo de Santa Ana
Más de 600 personas compusieron el espectacular desfile con la presencia de doce pasacalles
El Castillo de Santa Ana fue el escenario ayer donde el alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat, recibió a las siete de la tarde a sus Majestades los Reyes de Oriente antes de iniciar su recorrido. Tras el recibimiento del alcalde y el discurso de los Reyes Magos en el Castillo, Melchor, Gaspar y Baltasar se trasladaron al Puerto donde estaban sus tres carrozas y toda su corte, para comenzar el itinerario a la altura del Aula del Mar sobre las 19.30 horas. Fueron tres motos y un coche los que trasladaron a los importantísimos carteros, mientras que otras 600 personas compusieron el espectacular desfile con la presencia de doce pasacalles distintos. Junto a ellos, 50 voluntarios, 20 vigilantes, 30 controladores, 20 voluntarios de Protección Civil y 30 agentes de policía local, sumaron un total de 900 personas implicadas en la cabalgata de ayer.
El cortijo discurrió por la calle Puerto, Avenida de Roquetas, Paseo de los Baños, calle Sócrates, Avenida Juan Carlos I, Avenida de Roquetas, calle Gustavo Villapalos, plaza San Cayetano y calle Real, llegando a la Plaza de la Constitución a las 22:00 horas aproximadamente. En la plaza Sus Majestades de Oriente bajaron de sus carrozas y atendieron sobre el escenario a todos los niños presentes que quisieron hacerse fotografías y entregarles personalmente sus cartas llenas de deseos para esa noche.
Hay que recordar que en la Avenida de Roquetas, frente a la parada de taxis, se instaló una plataforma de 40 metros cuadrados reservada para que las personas con movilidad reducida pudiesen disfrutar de la cabalgata.
Fueron un total de 12.000 kilos de caramelos los que se lanzaron, tanto en la cabalgata de Roquetas centro como en las otras de Aguadulce, con salida desde el edificio de usos múltiples de La Gloria, y la de El Parador, con salida desde la Plaza de la Iglesia. En definitiva, las tres cabalgatas congregaron a multitud de niños, los reyes de la casa, y padre durante sus recorridos.
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