Ciudad Jardín
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Urbanismo. En el año 1940 el Instituto Nacional de la Vivienda aprueba el proyecto definitivo del barrio
A style="text-transform:uppercase">unque las viviendas de esta zona se terminaron en el año 1947, siendo el arquitecto Guillermo Langle Rubio y la empresa constructora Duarin, fue el arquitecto José González Edo quien inició el proyecto años antes durante el gobierno de don Miguel Primo de Rivera.
El proyecto inicial llamado "Reina María Cristina" no se llevó a cabo al completo y en 1939 el ayuntamiento compra los terrenos a la "Sociedad Constructora de Casas Baratas". En el año 1940 el Instituto Nacional de la Vivienda aprueba el proyecto definitivo, comenzando las obras en 1941.
En total fueron 245 viviendas las construidas además de un templo, un mercado, un grupo escolar, un edificio para alcaldía, un puesto de socorro, una casa curato y un edificio para Correos y Telégrafos. El lugar escogido en la zona conocida como "Villagarcía" cerca del mar, sería el futuro ensanche de la ciudad hacia levante.
En el año 1945 se establece un reglamento para la compra de estas viviendas. En este reglamento se establecen las bases y condiciones para la adquisición y uso de una de las viviendas construidas.
Las viviendas se vendían a plazos, pero tendrían preferencia aquellos que pudieran hacer efectivo el total al contado. En las ventas a plazos se pagaría un diez por ciento del precio de la vivienda por adelantado. Las condiciones para poder comprar una vivienda eran las siguientes: Ser español, mayor de edad, dedicarse a empleo, profesión liberal y oficio o ser pensionista del estado, Provincia o Municipio. No tener antecedentes penales y gozar de buena fama en el aspecto moral y religioso, además había que acreditar por certificación, tener buena conducta político-social. Los solicitantes que tuviesen mayor número de hijos o familiares a su cargo y los que contaran con ingresos más reducidos tenían preferencia. En igualdad de condiciones se daba preferencia a la adjudicación de la vivienda a los empleados del Excmo. Ayuntamiento de la Capital.
También se establecían una serie de obligaciones: Pagar por mensualidades anticipadas las cuotas de amortización del préstamo del Instituto Nacional de Previsión, en caso de haberlo pedido para pagar el diez por ciento por adelantado. Pagar el seguro de incendio de la vivienda, conservar en buen estado la casa y realizar las obras de reparación que se precisen a juicio de la Junta Administradora. Estaba prohibido subarrendar la vivienda o transmitirla, excepto por herencia. Era imprescindible fijar el domicilio habitual en la vivienda.
Los derechos de los compradores eran los siguientes: Uso y disfrute de la vivienda hasta convertirse en propietario una vez abonado el precio total de la vivienda. Cualquier propietario podía ser nombrado miembro de la Junta Administradora de la Barriada. También se establecían una serie de causas por la que el propietario podía perder la vivienda. (Reglamento de 1945. Fuente: Archivo Provincial de Almería)
La mayor parte de las viviendas disponen de un pequeño jardín con plantas y árboles, que también encontramos en las calles que lo componen. Las viviendas son mayoritariamente individuales de una o dos plantas y, aunque conservan el estilo inicial, prácticamente todas han sido reformadas o restauradas, aunque también nos encontramos algunas abandonadas o deshabitadas.
El barrio se construyó para ser autosuficiente, como una pequeña ciudad con todos los servicios necesarios.
En la Plaza de España se encuentra la Iglesia de San Antonio, que inicialmente se encontraba ubicada en las Almadrabillas. En esta misma plaza se encuentra el célebre quiosco del "Lengüetas". En la Plaza de Colón está la actual Oficina De Gestión Descentralizada De Ciudad Jardín. Anteriormente estaba el mercado de abastos del barrio que dejó de funcionar en 1983.
Hubo una época en la que todas estas viviendas estaban cubiertas de un color marrón-rojizo debido al mineral que se acumulaba junto a la estación y el que transportaban los vagones hacia el puerto que era arrastrado por el viento. En ese momento las casas perdieron valor, pero una vez solucionado el problema, primero con la construcción del desparecido "Toblerone" y después con el final del transporte de mineral, las casas y el barrio recuperaron el color, las plantas y las zonas verdes, haciendo honor a su nombre "Ciudad Jardín".
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CONTENIDO OFRECIDO POR DIPUTACIÓN DE ALMERÍA