Cocina innovadora y de calidaden los fogones de Víctor Ortega

Víctor Ortega y su hermano Eduardo, de 25 y 29 años respectivamente, han apostado por su propio negocio avalado por la experiencia en la cocina. En la calle Conde Ofalia, junto a la conocida plaza de los burros, abrían este viernes sus puertas el Restaurante De Víctor y la Taberna La Fabriquilla, en un mismo inmueble pero diferenciados en dos plantas con ambientes diferentes, con capacidad para unos 80 comensales entre los dos espacios, y regentados por los dos jóvenes.

Víctor y Eduardo son socios en esta aventura empresarial, si bien el artífice de los fogones es el primero. Víctor estudió hostelería en Almería y, a pesar de su juventud, ha trabajado en varias ciudades del norte de España. Según cuenta, tras acabar sus estudios en la capital comenzó como jefe de cocina en un hotel de cuatro estrellas superior en Carboneras, a continuación apostó por seguir formándose y cursó un máster con la cadena Paradores, con la que estuvo trabajando en Alcalá de Henares, Gijón y León. Tras esta etapa marchó unos meses a Alemania y regresó a Madrid para trabajar como jefe de cocina en otro hotel. En su regreso a la provincia, en su última etapa antes de lanzarse a su propio restaurante, desempeñó su labor en el Hotel Victoria en El Ejido y como jefe de cocina en el Hotel Costasol. De su experiencia destaca: "He ido cogiendo lo bueno de los grandes cocineros de Paradores para inspirarme y desarrollar mis ideas".

Tanto De Víctor como la Taberna La Fabriquilla, en los que trabajan ocho personas, abrirán, en principio con las fechas navideñas, de lunes a domingo. Aunque el segundo está destinado a tapas y raciones, en ambos primará la calidad y el buen servicio, como señala Eduardo. La cocina es tradicional con toques modernistas y fusión de sabores, es decir, lo que se conoce como cocina de autor. Respecto a la materia prima, el pescado será fresco de la lonja de Almería y carne de calidad. Como ejemplo de algunos platos creativos que se pueden degustar en este establecimiento se encuentra el vasito de calabacín relleno de morcilla y manzana caramelizada o la tapa de churros con chocolate, cuyos ingredientes son puré de patata rebozado con kikos con una salsa barbacoa y chocolate. A pesar de que este último plato la contenga, según Víctor, el chef del restaurante, él rehuye un poco de las salsas para no ocultar sino ensalzar el sabor del ingrediente estrella del plato, como la carne o pescado.

Víctor y Eduardo han sabido encontrar un hueco en la oferta gastronómica de la capital, pues sirven sabor y creatividad a un precio bastante asequible, como muestran sus menús de lunes a viernes con un precio de 13 euros incluyendo el café. Además para Navidad han elaborado menús especiales que van desde los 30 euros a los 50 euros.