Tras fracasar en el asalto a las murallas almerienses, los atacantes huyeron, muchos de ellos hacia Benhadux y atacados por realistas de Gádor, Rioja, Benahadux , Pechina y Tabernas, sufriendo los huidos diferentes derrotas por realistas , lograron hacerse, cerca de Rioja, unos 90 prisioneros, de ellos 31 era expedicionarios. Entre los defensores de Almería se destacaba al Capitán Soler, que mandó la artillería, voluntarios de Roquetas, además de personal del Resguardo y Marina, en la defensa de las murallas citan a José Lorenzo y Francisco Massana.

Pero en Almería no pudieron ayudar a los atacantes por las penas de muerte contra los que saliesen a ventanas o tejados, o intentasen abrir las puertas de la ciudad. Existía pánico en Almería por la indefensión ante la llegada de liberales y contrabandistas que podrían terminar con la vida de los partidarios del orden fernandino y también matar a los hijos de éstos, extendiendo el levantamiento por Granada, Alpujarras y Málaga, así las cartas del absolutista Benito Perea enviadas desde Almería a Palacio, el 13 y 27 de Agosto 1824, en la última relata algunos fusilamientos de liberales (leg. 7972, Archivo Ministerio Justicia, Madrid).

Se forma una Comisión para enjuiciar a los presos. La forma el Gobernador Pírez Filiu, Comandante de Marina Antonio Leal de Ibarra, Auditor Rodríguez Remacha Brigadier Campos y Juez Escalante.

Durísimo fue el tribunal con los expedicionarios dieron orden de morir fusilados por la espalda a 22 de los expedicionarios, más cuatro sufrirían carrera baquetas.

Los Presos primeramente estuvieron en Rioja, posteriormente en la Iglesia de San Juan.

El 24 de Agosto de 1824 de madrugada, en el Reducto, al norte de la Plaza Pavía fueron fusilados por la espalda. Daremos sus nombres, si es posible aclararemos sus historiales.

1. Juan Lluch. Teniente Coronel. Creo encontrar su expediente en Archivo General Militar de Segovia, legajo LL 287; nacido en la Provincia de Valencia en 1786. Ingresa como capellán en el ejército el 14-1-1809. Fue hecho prisionero en Enero de 1812 en Valencia y con todo su batallón conducido a Francia, pudiendo fugarse en un 2º intento en Enero de 1814, estando en Suecia, Alemania, Holanda e Inglaterra. Vuelve a España y obtiene la medalla de sufrimientos por la patria, por desertar de los franceses; hasta este punto su expediente. Posteriormente se encuentra con los liberales organizando desde la Taha de Marchena el ataque sobre Almería. Participa en el ataque a las murallas, derrotado y condenado a muerte, confiesa y escribe una declaración al deán Lope, abjuraba de haber entrado en la sexta de los masones sin conocer sus misterios contra su religión cristiana de la cual nunca renunció. Denunciaba que desde Gibraltar se organizaban los ataques contra costas españolas. Esta confesión fue enviada a Palacio y los Ministros de Fernando VII la entregaron al Embajador inglés en Madrid, como prueba de las traiciones soportadas por España por parte de Inglaterra, a pesar de los tratados de amistad de ambos países.

2. Antonio Guerrero Gallardo, de Málaga, tonelero de 26 años, posteriormente se dice que fue militar.

3. Bernardino Bustamante, de Baldemurón , Castilla la Vieja, de 44 año, capitán. A.G. M. Segovia, legajo 4022. Nace en 1783. Era fraile, pero el 22-7-1809 entra en el ejército, sirve con Juan Martín el Empecinado, desde soldado, en Guerra Independencia, asciende a Teniente en 1811. Solicita baja en el ejército en 1815 para volver al convento. Secularizada la orden de San Francisco en el Trienio solicita empleo en Regimiento Caballería de Guadalajara, se considera que por su pasado religioso mejor sería colocado en el ramo de Hacienda. Tenía pensión de secularizado. El hecho es que no encontraba empleo y termina con los liberales de Capitán atacando las murallas de Almería y fusilado el 24-8-1824.

4. José Rojas o Rosas, de Jimena, con 21 años. Sargento.

5. Francisco de Rosas, para otros José Gandía, casado con 31 años, oficial barbero. Posteriormente aparece como oficial de Rentas en Gibraltar, era hijo de Francisco Gandía, que durante la francesada colaboró con los invasores, obteniendo nombramientos en los Campos de Albox, por ello, perdida la Guerra esta familia fue expulsada del pueblo de Albox para habitar en su Campo. Albox entonces pertenecía al corregimiento de Baza, josé Gandía emigró a Gibraltar y en Almería fue fusilado.

6. Luis Rute, Capitán de Voluntarios de Aragón, malagueños, 31 años. A.G.M.Segovia, legajo R.3763. Ingresa 29-1-1805 de cadete. Interviene en Bailen y Somosierra, , en marzo 1809 es Teniente. En Agosto de 1811 fue prisionero de los franceses y cumple prisión en Francia, tuvo heridas de Guerra, consigue huir volviendo a España con grado de Capitán desde 1815. Interviene en los sucesos de Cádiz en julio 1822, siendo arrestado consiguiendo la libertad bajo fianza y ha de salir de Cádiz. Con los liberales encuentra la muerte en Almería el 24-8-1824.

Cito como fusilados a Ramón Manzano, 31 años, sargento, de Caniles. El General napoleónico Montarlot. Francisco Paules, de Leyva, Capitán. Tomás Rey, de Dublín, 19 años, sargento. Benigno Morales, de Algeciras, periodista exaltado, 31 años. Carlos hoyos y Mier, Capitán, ya estudiado. Guillermo Guty de Dublín, irlandés, declara ser del Gobierno de Gibraltar y después comerciante inglés. Miguel Jiménez de Tevar, sargento, cordonero, 23 años. Evaristo Fernández, de 18 años, oficial albañil, dicen ser Capitán. Ángel Garay de 35 años , Teniente. Nicolás González, de 22 años, dicen ser Capitán. Juan González, 22 años, se dice que fue Capitán. Francisco González, de 28 años, Teniente, los tres González citados eran hermanos de Málaga. José López de 18 años, cabo 1º. Juan Pérez Valverde, 28 años, marinero. Jorge Navarrete , de 33 años, Subteniente. Estos fueron los 22 fusilados en la madrugada del 24 Agosto 1824. Los fusilamientos continuarán. Profundizaremos posteriormente en algunos de ellos y de los ya citados. De lo que no existe duda es que el tribunal formado en Almería, se muestra cruel con los expedicionarios y no condena a los implicados liberales almerienses.

Otros revolucionarios conseguirían la huida en los barcos que les esperaban en la bahía almeriense. Unos marcharían a Tánger, otros a Gibraltar, algunos serían aliados de la armada colombiana en su Guerra contra costas y barcos españoles.