Colosal debut de Roca Rey en el coso salinero cortando 4 orejas y 1 rabo
Apoteósica primera actuación del diestro Peruano en la provincia de Almería con dos grandes faenas ante dos toros complicados de Montalvo Dos orejas para Manzanares y una para El Juli, con los peores del lote
Abrió la plaza el madrileño Julián López 'El Juli' con un toro de Montalvo de nombre Tirano y 555 kilos. Un astado falto de fuerzas y manso que terminó de desgastarse con el puyazo del caballo. Un regular tercio de banderillas dio paso a la muleta de El Juli. El torero de Madrid buscó a su enemigo en todo momento pero el morlaco colorado no estuvo por la labor. Buena tanda de El Juli por el pitón izquierdo. El matador de toros logró una estocada caída con la que se arrodilló Tirano en el albero roquetero. Fuerte ovación y petición de oreja. Adrián Salmerón le concedió una.
El segundo de la tarde fue Embajador, un toro colorado de 540 kilos que fue lidiado por José María Manzanares. El toro derribó al caballo, lo que interrumpió la lidia durante varios minutos. El alicantino pidió el cambio de tercio tras dos puyazos. Templanza en la muleta del diestro de Alicante al comenzar la faena. Buena tanda con profundos derechazos ante la humillación por abajo del toro.
Mejor astado este segundo que el primero, con un Manzanares volcado en la faena y dándole profundidad a su torería. La faena terminó cuando el toro enfiló la puerta de chiqueros, al igual que el primero. Un bajonazo de Manzanares precedió una gran estocada del madrileño a la segunda, lo que le sirvió para llevarse una oreja.
Rebujero fue el nombre del tercero de la tarde y el protagonista de la corrida, un toro de capa negra y 505 kilos de peso. El morlaco se topó con el burladero y dio una voltereta. El presidente, acertadamente, pidió el cambio del toro. El sexto del lote, Salado, de 541 kilos fue el que finalmente lidió el peruano.
El joven diestro recibió a su astado con la elegancia que viene derrochando este año en todos sus compromisos con vistosos pases con el capote. Hizo el quite con tafalleras muy aplaudidas por el público almeriense.
El sudamericano brindó el toro al público almeriense por primera vez en su corta y dilatada historia, ya que fue ayer cuando hizo su debut en el coso salinero. Empezó la faena con la muleta con unos estatuarios por detrás de la espalda nuevamente muy aplaudidos por la afición roquetera. El torero consiguió dos buenas tandas por la derecha, cambiándose la muleta de mano.
El diestro se echó de rodillas y levantó la primera gran ovación de la tarde, cambiándose la muleta de mano tendido sobre el albero. A gritos de 'torero, torero' el peruano cogió el acero de muerte. Un estoconazo del peruano hizo que el toro se echase de inmediato. El público pidió de manera rotunda los trofeos para el joven diestro. El presidente le concedió las dos orejas y el rabo.Después de una nueva merienda protocolaria, salió al albero roquetero Farolero, el cuarto de la tarde de 477 kilos. El toro perdió fuelle tras el puyazo del picador. El madrileño lo intentó ante un mal adversario, con muy poca fuerza y sin transmisión alguna. El morlaco le tocó varias veces la muleta, desmontándolo en uno de los lances. El madrileño, sin toro, puso de su parte pero poco pudo hacer ante Farolero. Después de un pinchazo y media estocada, el toro se echó al albero tras descabellar El Juli. Tímidos aplausos.
El quinto de la tarde, Harinero, fue para Manzanares. El diestro alicantino lidió a este astado negro de 540 kilos. Lo recibió bien con el capote y tras picar al toro y el tercio de banderillas cogió la muleta para realizar la faena. El torero de Alicante estuvo voluntarioso ante un toro de Montalvo que dio juego y al que el diestro le cuajó varias tandas buenas. Con el acero, el matador alicantino pinchó a la primera y a la segunda logró una estocada casi entera con la que el toro pisó el albero.
El último de la corrida de toros fue para Roca Rey. El torero peruano lidió a Tonadilla, el sobrero de Alcurrucén de 495 kilos. El mismo recibió dos puyazos y el tercio de banderillas completo, puesto de forma magistral por la cuadrilla del sudamericano. Roca Rey comenzó su faena con la muleta agarrado a las tablas, con vistosos pases por delante y por detrás ante un animal que fue de menos a más. El diestro se metió al público en el bolsillo, como tiene acostumbrado, arriesgando en todos sus pases y arrimándose a su adversario. Con el acero, estocada algo tendida con la que dio muerte al toro. El presidente le concedió una oreja pero la afición clamó la segunda que, finalmente, se la ofreció.
Puerta Grande para Manzanares, con dos apéndices, y para Roca Rey, con cuatro orejas y 1 rabo, en una nueva tarde de lleno hasta la bandera en la plaza salinera y en la que los toreros volvieron a estar por encima del ganado.
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