Los vecinos de Costacabana continúan sus acciones reivindicativas para conseguir una solución definitiva a los vertidos de aguas fecales en la playa que aseguran que llevan sufriendo desde hace cuarenta años. Mediante una concentración, que reunió la tarde del miércoles a un centenar de residentes en el barrio, exigen la constitución de una “mesa de trabajo” que siente en ella a los representantes del Ayuntamiento de Almería, la Junta de Andalucía y la Dirección General de Costas.

Consideran imprescindible crear este órgano de trabajo en aras de obtener las garantías oportunas de que se van a ejecutar obras que solventen los problemas de evacuación que surgen, sobre todo, con las lluvias torrenciales.

Como recuerda el vicepresidente de la Asociación de Vecinos Bahía de Costacabana, José Reche, como en otras ciudades españolas, en la capital almeriense el sistema de redes existente es unitario y a ellas van a parar tanto las aguas pluviales como las fecales. Cuando se producen fuertes lluvias, el sistema no puede absorber los caudales de aguas, por lo que los aliviaderos son abiertos, saliendo este exceso directo al mar y evitando así el riesgo de inundación, pero se vierten también residuos sólidos como toallitas, bastoncillos o compresas, por citar tres ejemplos, además de “ratas y cucarachas”, agregan los vecinos.

La concentración fue transmitida por el programa regional Andalucía Directo de Canal Sur

Hay siete emisarios repartidos por la capital. Y tres de ellos están situados en la playa de Costacabana, a una distancia de la línea de costa de 1.500 y 500 metros los dos primeros, y a pie de playa el último. El Ayuntamiento, en la reunión mantenida hace escasos días por el concejal de Servicios Municipales, Juan José Alonso, se ha comprometido a prolongar este emisario e instalar rejillas de desbaste que, en la medida de lo posible, eviten que los materiales de higiene y otros vertidos lleguen al mar. Esta solución también es la comunicada por la empresa concesionaria del servicio de aguas de la ciudad, Aqualia, ya que, como manifestaba el edil, el cambio de redes con conducciones separadas para las aguas pluviales y fecales es inviable pues habría que levantar prácticamente toda la ciudad.

Los vecinos están de acuerdo, si bien en el barrio reina la desconfianza, ya que esta solución estaba contemplada hace cinco años en el proyecto de regeneración de la playa, pero Costas finalmente no ejecutó esta mejora, de ahí que exijan la mesa de trabajo.