Almería

Concierto homenaje al intérprete Cristo Sánchez de la Higuera

  • En el espectáculo actuarán artistas almerienses como Chipo Martínez, Miguel Saavedra, Francisco Urrutia y Fina Martín el próximo día 27 en el Clasijazz

Este viernes, 27 a partir de las diez de la noche un grupo de músicos almerienses va a rendir un homenaje al intérprete de la tierra Cristo Sánchez de la Higuera. 25 años después de su muerte, estos artistas quiere evocar la memoria de este gran músico polinstrumentista. El lugar del encuentro será en el Clasijazz de la capital ubicado en la calle Puerto Pino y entre otros actuarán Chipo Martínez, Miguel Saavedra, Francisco Urrutia y Fina Martín.

Cristo Sánchez de la Higuera fue un adelantado en su tiempo. Su prematura muerte a los sesenta y un años nos privó demasiado pronto de gozar de las excelencias de este extraordinario músico almeriense, quien curiosamente no llegó nunca a escribir o leer una partitura.

Cristo Sánchez de la Higuera nació en Almería en 1923, en una vivienda de la calle Reyes Católicos. Su padre, José Sánchez de la Higuera, profesor de música hizo la carrera de director de orquesta en Madrid, sin embargo el pequeño Cristo que a los cinco años tocaba el piano no quería ver ni en pintura un papel de música. Lo primero que interpretó fue el pasodoble España cañí. El padre decidió que la mejor forma de encauzarle la afición era que el maestro Rafael Barco se encargarse de la enseñanza. El niño se presentó en casa del maestro Barco y tras juntar varias notas en el piano, le pidió una trompeta al músico y le tocó un pasodoble.

La precocidad de Cristo Sánchez de la Higuera provocó que a los once años fuese premio Nacional de batería. Autodidacta y dotado de una sensibilidad increíble hacia sonar cualquier cosa que cayera en sus manos. Antes de cumplir los 20 años ya formaba parte de la orquesta que amenizaba los bailes en la Granja Balear. En una de las muchas visitas que hizo Antonio Machín a la capital para actuar en el café Colon y en otros locales, coincidió con Cristo a quien cariñosamente le llamaba Cristofolo. Una de esas noche de Machín de gira por Almería al tomar contacto con la orquesta se dirigió a Cristo diciéndole que si no le acompañaba no cantaría. El cubano dijo textualmente del joven músico almeriense, que "era el único blanco que conocía que tocaba como los negros".

En 1952, Cristo decide formar una pequeña orquesta, que se queda en un trío. Le pone de nombre Trio Maychakan. Le acompañan El Pajarito y Antonio Cirri, luego se incorporaría como cantante Cayetano Ledesma. Su repertorio, los boleros.

Fue precisamente en Radio Juventud, donde en un alarde de audacia, junto a su hermana Paquita se encargaron de musicalizar la sección de Discos Dedicados que se emitía en los programas de fin de semana, donde ocultos entre las coertinas del escenario del salón de actos de la emisora complacían las peticiones de los oyentes.

Llega 1957 y surgen Los Trovadores. Ángel Barceló, contrabajo, Francisco Bernabeu "Pacorro", batería y percusión, Paco Redondo, cantante, Emilio Leseduarte, saxo, Luis Gázquez, guitarra y Cristo Sánchez de la Higuera, piano. Su desaparición se sitúa a mediados del año 1962, fecha en que uno de sus componentes deja la música, como fue el caso de Paco Redondo maestro de escuela que fue destinado fuera de la capital o Ángel Barceló que sustituyo a Paco Redondo unos años, se une a Luis Escobar para formar Los Ruthy Jazz.

En aquellas fechas, en Almería había pocos lugares donde actuar. Solo en la sala de fiestas Manolo Manzanilla-local que inauguraron- o en el popular club de Mar donde eran asiduos Los Trovadores. En la capital eran auténticos ídolos. Excepto Cristo, todos eran músicos profesionales, pero curiosamente nunca llevaban partituras en los atriles.

Dada su "productividad" tenían los instrumentos doblados para poder hacer frente a todas las contrataciones. Cristo ye le resto del grupo compusieron muchas canciones. Una de ellas, titulada "Ven a mi", fue la ganadora en 1962 del primer festival de la canción de Almería.

Cristo Sánchez de la Higuera compuso más de un centenar de canciones, de las que sesenta y tres están registradas en la Sociedad General de Autores y otras han sido recuperadas por su hija Day. Casi siempre, la voz la ponía su hermana Paquita.

Tras la disolución de Los Trovadores, Cristo siguió tocando hasta semanas antes de su muerte repentina en 1984. Aun parece estar viéndolo frente a su extraordinario piano interpretando aquellas nostálgicas melodías en el desparecido Gladis, La Barca o en el Bloody Mary de Aguadulce. Fue un pionero de la música joven que ya empezaba a invadir nuestro país con una gran calidad en sus notas.

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