Sucesos

Concluye sin certezas la investigación oficial por el naufragio en 2020 del 'Nuevo Rafael' con un desaparecido

  • El barco que naufragó frente a la costa de Almería se enfrentó a un "mar de aleta" que, por "la forma inusual" de su casco para arrastreros "de litoral", causó "pérdidas puntuales de estabilidad al navegar sobre la cresta del oleaje"

Llegada de un buque al Puerto de Almería.

Llegada de un buque al Puerto de Almería.

La Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM) no ha podido determinar "con certeza" las causas técnicas del hundimiento en aguas junto a la isla de Alborán del pesquero 'Nuevo Rafael' en el que desapareció uno de sus tripulantes en julio de 2020 y ha concluido que pudo volcar "por un conjunto de circunstancias desfavorables" que le hicieron perder estabilidad y "zozobrar repentinamente".

El informe, aprobado en agosto por el pleno del órgano adscrito al Mitma y consultado por Europa Press, precisa que el barco que naufragó frente a la costa de Almería se enfrentó a un "mar de aleta" que, por "la forma inusual" de su casco para arrastreros "de litoral", causó "pérdidas puntuales de estabilidad al navegar sobre la cresta del oleaje".

Añade que, "posiblemente", el tiro "descentrado" de los cables de arrastre generó lo que denomina un "momento escorante" que contribuyó a causar el vuelco "súbito" de la embarcación, si bien matiza que no puede descartar "otros factores" como "un posible embarre del arte" de pesca o "un embarque súbito de mar por el oleaje de popa".

El informe de la CIAIM sobre el accidente, calificado como "muy grave" ya que desapareció en el mar uno de los cuatro marineros a bordo, Mohamed El Maimouni, de 54 años, no emite recomendación de seguridad alguna" ya que, según remarca, "no se han podido establecer con total certeza las causas técnicas".

El pesquero 'Nuevo Rafael' no fue recuperado. El órgano colegiado dependiente del ministerio indica que en la zona del hundimiento la profundidad del mar era "superior a los 100 metros" con zonas con una profundidad cercana a los 400 metros.

La búsqueda del tripulante desaparecido se dio por finalizada sin éxito el 13 de julio de 2020, cuando llevaba cinco días desaparecido sin haber sido localizado por Salvamento Maritimo, Guardia Civil y Armada Española.

De acuerdo al relato que se hace en el informe oficial, sobre las 17,30 del día 8 de julio la tripulación largó la red para efectuar el cuarto lance del día del 'Nuevo Rafael' que navegaba "con cierta escora, que el patrón achacó a la corriente y al viento".

Según el patrón, como les había ocurrido otras veces, esta escora provocó que la bomba de combustible se descebara y el motor se parara, dejando al pesquero sin propulsión. A continuación, los tripulantes bajaron a la cámara de máquinas para purgar el circuito de combustible y poner de nuevo en funcionamiento el motor.

Tras poner de nuevo el motor en funcionamiento, el pesquero siguió navegando con otro rumbo con el que "el oleaje, el viento y la corriente facilitaban que se redujera la escora". Por otro lado, los dos marineros se fueron a descansar al camarote, y el patrón siguió de guardia de navegación en el puente, donde también se encontraba su hijo descansando.

Aproximadamente unos 45 minutos después, alrededor de las 20,20 horas, mientras arrastraba la red a una velocidad de tres nudos, el pesquero escoró a estribor y "dio la vuelta sin que el patrón tuviera tiempo para reaccionar quedando, en unos pocos segundos, la embarcación quilla al sol".

El informe detalla, a raíz de la investigación, que con la embarcación volcada, el hijo del patrón pudo salir del puente por una ventana que daba a la cubierta de trabajo del pesquero con la ayuda de su padre, que le empujó para evitar que se quedara atascado. A continuación, el patrón salió por la misma ventana y buceó hasta alcanzar la superficie para reunirse con su hijo. No tuvieron tiempo de coger el chaleco salvavidas, comunicarse por radio, o alcanzar la balsa salvavidas.

Mientras, según añade, el pesquero se iba alejando del patrón y de su hijo "arrastrado por el peso del arte, ya que las redes estaban caladas cuando el pesquero dio la vuelta", por lo que "a los pocos minutos perdieron de vista el pesquero sin ver como se hundía".

Una vez que el pesquero volcó, el marinero que se encontraba descansando en la litera más alejada de la puerta del sollado no pudo salir inmediatamente del compartimento, que estaba a oscuras, por lo que no era fácil para el tripulante orientarse.

Cuando localizó la salida, guiándose por los carteles y las pegatinas con señales reflectantes, la presión del agua en el exterior le impedía abrir la puerta, que no estaba cerrada del todo al estar pilladas unas prendas de ropa de trabajo.

De este modo, para conseguir salir, tuvo que esperar a que aumentara el nivel del agua dentro del compartimento, de manera que la diferencia de presiones disminuyó, permitiéndole abrir la puerta y salir a la superficie buceando. Debido a lo rápido que sucedieron los acontecimientos y a la falta de luz, tampoco pudo salir con el chaleco salvavidas.

La CIAIM remarca que, tras la investigación que se ha prolongado durante dos años, "no se conoce con certeza donde se encontraba el desaparecido en el momento del accidente, ni qué le sucedió cuando el pesquero dio la vuelta".

El marinero superviviente llegó a la superficie, vio la radiobaliza flotando y, poco después, vio hundirse al pesquero. Unos minutos después localizó al patrón y a su hijo y se reunió con ellos. Los tres permanecieron en grupo para esperar la llegada de los medios de salvamento, con una caja de plástico de color naranja que encontraron flotando, para aumentar la visibilidad del grupo desde el aire.

"INCONGRUENCIAS" EN DOCUMENTACIÓN Y UN MENOR A BORDO

Por otro lado, el informe apunta "incongruencias" en la documentación del pesquero ya que, si bien la embarcación cambió su clasificación de pesca local a litoral, ni el armador solicitó ni la administración emitió de oficio una nueva resolución acorde con esa nueva clasificación que "habría exigido con toda probabilidad que fuera a bordo un segundo patrón".

Reprocha que el Distrito Marítimo de Vélez-Málaga, ya que el 'Nuevo Rafael' tenía base en La Caleta, no detectase esa "incongruencia de despachar un pesquero litoral con una resolución de dotación mínima".

Por último, subraya que "con independencia de ello, el patrón faenaba regularmente en mareas de varios días de duración, sin enrolar a ningún otro tripulante que pudiera montar guardia de navegación en el puente", embarcando además "a un tripulante no enrolado y menor de edad".

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