Tribunales

Condenado por amenazar de muerte a dos empleadas de un supermercado mientras rompía la puerta con una piedra

  • Ha mostrado su conformidad con una pena de un año de cárcel por un delito de amenazas, un año por un delito de atentado y seis meses de multa por daños

El hombre acusado por amenazar de muerte a dos empleadas de un supermercado de Ruescas y romper la puerta de cristal de entrada al establecimiento con una piedra de gran tamaño, ha aceptado este jueves una pena de dos años de prisión durante la vista oral celebrada ante el Juzgado de lo Penal número 3 de Almería.

Según ha informado a EFE la abogada Luz María Parra del despacho granadino Luna y asociados, su cliente ha mostrado su conformidad con una pena de un año de cárcel por un delito de amenazas, un año por un delito de atentado a agente de la autoridad y seis meses de multa, a razón de tres euros al día, por un delito de daños.

Asimismo, se le impone una orden de alejamiento respecto a las perjudicadas durante cinco años, dos de ellos en los que tendrá que llevar un dispositivo telemático de localización.

Las penas privativas de libertad han sido suspendidas y se ha ordenado que abandone la prisión, ya que el acusado se encontraba en un centro penitenciario de manera provisional.

Inicialmente, la Fiscalía interesaba pide dos años de prisión por el delito de amenazas, dos años de cárcel por el delito de atentado, y nueve meses de multa, a razón de 12 euros al día, por el de daños.

La calificación del fiscal, a la que ha tenido acceso EFE, señala que sobre las 11:30 horas del pasado 1 de febrero el acusado acudió al supermercado de las víctimas con la intención de "atemorizarlas".

De esta forma, el Ministerio Público sostiene que con una "gran agresividad" se dirigió a ellas y les manifestó de "forma reiterada" que las iba a "matar.

También para "amedrentarlas" y causar "desperfectos" en el local, el acusado golpeó "violentamente" con una piedra de "grandes dimensiones" la puerta de cristal del establecimiento hasta lograr romperla.

El fiscal añade que al llegar la Guardia Civil el acusado hacía gestos con la mano en el cuello a las denunciantes, así como que intentó golpear a un agente al que lanzó una manotazo, tras lo que se "opuso enérgica y físicamente a la detención".

El caso tuvo una especial trascendencia cuando se produjo al difundirse por diferentes redes sociales y en los medios un vídeo que reflejaba los golpes que realizaba el acusado a la puerta del supermercado.

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