Tribunales

Condenado a 16 meses de cárcel por intrusismo un falso podólogo de Albox

  • El Colegio de Podólogos de Andalucía contrató a un detective privado para demostrar que ejercía esta actividad sin titulación

Audiencia Provincial de Almería.

Audiencia Provincial de Almería. / (Almería)

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería ha confirmado la pena de 16 meses de cárcel impuesta a un falso podólogo gracias a la investigación puesta en marcha por el Colegio de Podólogos de Andalucía, que ya consiguió una condena previa para él por hechos similares tiempo atrás.

La sentencia de la Audiencia Provincial ratifica en todos sus extremos la del Juzgado de lo Penal número 1 de Almería, que consideró probado que el acusado recibió el 28 de octubre de 2017 en su consulta de podología de Albox a un paciente, en este caso un detective contratado por el citado colegio profesional.

Allí lo examinó, le dio tratamiento y le prescribió un medicamento contra una infección, además de efectuarle una prótesis separadora de silicona, a pesar de carecer de "titulación y capacitación profesional para ello".

De hecho, este investigador privado constató en primera persona la actividad que ejercía el acusado, quien lo citó en un "domicilio habilitado como consulta" e identificado como tal con una placa que indicaba que se trataba de una "clínica podológica", que contaba además con material médico e incluso una "orla universitaria propia de quien posee una titulación para el ejercicio de una actividad profesional".

La juez de instancia le impuso al acusado una pena de 16 meses de prisión por un delito de intrusismo, en el que concurría la agravante de reincidencia.

Posteriormente, el condenado recurrió dicho fallo ante la Audiencia Provincial de Almería, al considerar precisamente que dicho investigador había "provocado el delito", algo que ya fue descartado en la sentencia original.

Ahora, el tribunal colegiado señala que el Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía, decidió contratar al citado detective al tener sospechas de la actuación delictiva de este falso podólogo. Y es que precisamente el hombre ya había sido condenado por el mismo motivo en noviembre de 2015 en una causa en la que dicho Colegio actuó también como acusación particular.

"Esta sala no comprende cómo si el acusado no ejercía la profesión de podólogo, cómo es posible que estuviera colocada la placa -en la que se leía 'Clínica Podológica'- (...) Una vez entra en el inmueble, el detective constata, y hay fotografías que de forma muy expresiva corroboran el testimonio ofrecido, que se trata de una auténtica consulta con un sillón de pacientes, mesa de trabajo con material médico, una lente de aumento con lámpara (...) Hay una mesa de despacho en la que se sienta el acusado tras terminar su intervención en el pie del detective, dónde le prescribe una serie de medicamentos", añaden los magistrados.

Por ello, consideran que no se trata de una "provocación del delito", sino de la "prueba de un ilícito penal cuya acreditación, por lo demás, resulta harto difícil si no es a través de medios encubiertos, pues no olvidemos que había sido condenado previamente por hechos similares".

No es el único caso de intrusismo que ha finalizado con una condena por estos hechos. Por ejemplo, en junio de 2018 se conoció que una juez de Almería había condenado por un delito de intrusismo a un hombre que ejercía como podólogo en la provincia de Almería sin tener licencia para ello, imponiéndole una pena de prisión y el pago de un indemnización. El fallo señala que el procesado ejercía la profesión de podólogo sin encontrarse en posesión de título o licencia que le habilitase para dicha actividad y asimismo que para su ejercicio se anunciaba de forma pública mediante carteles en dicha consulta y en la aplicación Google Street View.

La sentencia fue dictada por conformidad de las partes después de que el acusado mostrase su acuerdo con la petición de penas realizada por el Ministerio Público por un delito de intrusismo, a la que se adhirió la acusación particular, ejercida también por el Colegio de Podólogos de Andalucía.

En diciembre de 2015 también salió a la luz pública que el Juzgado de Primera Instancia de Instrucción número 3 de Huércal-Overa había impuesto ocho meses de prisión a un hombre que ejercía la podología en la localidad sin estar titulado por un delito de intrusismo con publicidad.

El juez, que también lo condenó al pago de una indemnización de 3.000 euros al Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía como consecuencia de los daños morales, declaró probado el ejercicio "contumaz" del falso podólogo, que se publicitaba como tal, al menos desde febrero 2009, y practicaba la profesión sanitaria en una clínica de la localidad almeriense, ha informado el Colegio de Podólogos.

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