Tribunales

Condenado por coaccionar, amenazar y vejar a su madre en Almería

  • Sobre las 06:00 horas del pasado 16 de diciembre, el hombre inició una discusión con su progenitora porque ésta no le entregaba dinero. Tras insultarla, defecó en sus propios pantalones, se los lanzó y le dijo que los lavase llamándola "perra"

Ciudad de la Justicia de Almería.

Ciudad de la Justicia de Almería. / D. A.

Una juez de Almería ha condenado a un hombre a penas que suman un años, 10 meses y 20 días de prisión por coaccionar, vejar y amenazar a su madre, llegando a defecarse encima para que limpiase sus pantalones indicándole que la mataría si no utilizaba la lavadora.

La sentencia, dictada por conformidad y consultada por este periódico, señala que el acusado vive en El Ejido con su progenitora y su hermana desde su salida de prisión en el último trimestre del año pasado.

"Desde esa fecha, el acusado retiró a su madre el teléfono móvil, y permitía que saliese a la calle sin su teléfono sólo a los efectos de hacer la compra o de comprarle tabaco o de sacar dinero, de modo que si no era por este motivo, no le permitía salir de la vivienda", apunta el fallo.

Sobre las 06:00 horas del pasado 16 de diciembre, el hombre inició una discusión con su progenitora porque ésta no le entregaba dinero. Tras insultarla, defecó en sus propios pantalones, se los lanzó y le dijo que los lavase llamándola "perra".

Cuando la mujer se encontraba lavando la ropa a mano en la pila, el acusado le ordenó que lo hiciera en la lavadora. Cuando la víctima se negó, su hijo cogió unas tijeras, se las puso por la espalda y le manifestó que, si no lavaba en la lavadora, "la mataba".

El fallo subraya que cuando se produjeron estos hechos, el acusado actuaba bajo los efectos del "consumo de sustancias estupefacientes".

Así, ha sido condenado a un año y tres meses de prisión por un delito de coacciones con la agravante de parentesco; a siete meses y 20 días de prisión por un delito de amenazas, y a cinco días de localización permanentes por un delito de vejaciones injustas. En todos ellos concurre la atenuante de drogadicción.

Además, le han sido impuestas tres órdenes de alejamiento de 200 metros, por lo que no podrá aproximarse a ella durante seis años y medio.

Como ya se encontraba en prisión provisional, la juez ha ordenado que quede ingresado para cumplir las penas de cárcel, descontando de las mismas el tiempo que ha pasado en la cárcel a la espera de juicio.

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