Una juez de Almería ha impuesto dos años de prisión a un hombre que protagonizó una huida a toda velocidad desde El Puche hasta Huércal de Almería, circulando drogado, a gran velocidad e invadiendo los carriles contrarios.

La sentencia declara probado que sobre las cuatro de la tarde del 2 de agosto de 2020 el acusado fue sorprendido por la Policía Local cuando circulaba sin cinturón de seguridad por la calle Manolo Caracol de Almería.

Los agentes le dieron el alto, pero con "osadía manifiesta y sin importarle la seguridad ni la vida de los demás conductores o viandantes de la vía", así como con "total desprecio a la labor y cometido de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado", emprendió la marcha a gran velocidad.

Comenzó entonces una persecución en la que, por ejemplo, varios turismos tuvieron que apartarse en la glorieta que confluye con la calle Isla de Cabrera para evitar colisionar con el procesado, que incrementó aún más la velocidad por la avenida de Torrecárdenas.

Se saltó varios semáforos en rojo en la carrera Alhadra y cambió de carril al contrario "sorteando con grave riesgo" los automóviles que iban por él, provocando de nuevo que varios coches tuviesen que parar para no chocar con él en la glorieta del Médico Francisco Pérez Company y en la que hay en la calle Suflí.

Accedió al término municipal de Huércal de Almería por el carril contrario y tras pasar por varios semáforos en rojo, lo que provocó que varios peatones que cruzaban a la altura de Villa Inés tuviesen que retroceder corriendo a la acera para no ser atropellados.

"Durante su irregular, irrespetuosa y arriesgada conducción por el barrio del Cercado, numerosos ciclistas que circulaban al margen derecho tuvieron que apartarse azarosamente al arcén por pasar el acusado a ras de éstos", añade el fallo.

Tras esto, accedió a la calle Magallanes, de uso peatonal, y de nuevo los viandantes tuvieron que apartarse, y circuló por la calle Visiedo hasta que se golpeó con un quitamiendo, deteniendo la marcha en la calle Marchal Gómez.

Los agentes pudieron detectar entonces cómo presentaba signos externos "evidentes2 de estar bajo el efecto de las drogas, algo que fue confirmado posteriormente. Había consumido cocaína, tetrahidrocannabinol y anfetaminas.

Por estos hechos, el acusado ha sido condenado a dos años de prisión por un delito contra la seguridad vial, por el que también se le impone una multa de 12 meses, a razón de cinco euros al día, y la privación durante seis años del derecho a conducir vehículos de motor y ciclomotores, con pérdida definitiva del permiso.

También ha sido condenado al pago de otra multa de seis meses, con cuota diaria de cinco euros, por un delito de resistencia grave a agentes de la autoridad.