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Almería/La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería ha impuesto diez años de prisión al osteópata de Níjar que ya fue condenado a comienzos de verano por abusar de una paciente, en este caso por introducir los dedos en la vagina de otras dos clientas.
La sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, señala que el acusado O.F.B. ha ejercido como osteópata desde antes de 2014 en su clínica del núcleo nijareño de San José, en la que tenía una placa en la entrada para "darse a conocer al público".
Añade que en algún momento entre 2014 y 2015 una mujer acudió a su consulta porque padecía un problema de espalda, y añade que de acuerdo a las indicaciones del acusado, se tumbó en la camilla.
En un momento dado, con "ánimo libidinoso", comenzó a masajearle las inglés y le introdujo dos dedos en su aparato reproductor "de forma inesperada" y "sorpresiva", y a la vez le manifestó que lo hacía "porque un orgasmo le ayudaba a relajarse".
Tras esto, la mujer se levantó "inmediatamente" de la camilla, pagó y se marchó del lugar.
Posteriormente, en 2015, una segunda mujer acudió a esta clínica al tener problemas de espasmos en la vejiga. Tras hacerle presiones en el abdomen y en la pelvis, actuó como en el caso anterior, con "tocamientos en el interior de la vagina con los dedos".
"No consta que se publicitara como fisioterapeuta ni que hiciera actos sanitarios reservados a estos", añade el fallo.
"El elemento subjetivo, ánimo lúbrico, es deducible de los propios actos realizados, de evidente contenido lascivo y de satisfacción sexual, siendo notorio que el dolo del sujeto, en ambos casos, abarcó el claro propósito de atentar contra la libertad sexual de las perjudicadas y de lograrlo aprovechándose de la situación en que él mismo, abusando de su condición profesional, las había colocado al quedar casi desnudas en la camilla", dicen los magistrados.
Todo ello para tenerlas "sometidas a los tocamientos que tuvo por convenientes bajo la excusa de que eran necesarios para mitigar sus dolores", añaden.
Por estos hechos, ha sido condenado a diez años de prisión por dos delitos de abuso sexual con introducción de miembros corporales, y se le impone además la medida de libertad vigilada durante seis años a ejecutar con posterioridad a la pena privativa de libertad, y órdenes de alejamiento de 500 metros durante siete años, así como el pago de una indemnización de 5.000 euros a las perjudicadas.
Previamente, el hombre fue condenado a cinco años de prisión por un caso que tuvo lugar sobre las 19:30 horas del 11 de agosto de 2018, cuando atendió a la víctima, que padecía molestias a causa de una hernia discal.
"La mujer, siguiendo las indicaciones del procesado, se tumbó en la camilla, primero boca abajo con el sujetador desabrochado y a continuación boca arriba, ya sin sujetador, procediendo el acusado a tocarle los pechos de manera libidinosa", decía el fallo.
A continuación, el hombre comenzó a masajear las inglés de la víctima y llegó a introducir de "manera sorpresiva" dos dedos en la vagina de la paciente.
Según la sentencia, en ese momento le dijo que "tenía el cuello del útero desplazado y que posiblemente sintiera ganas de orinar por lo que le quitó los pantalones y, sin cubrirla con una sábana, la dejó totalmente desnuda en la camilla".
La mujer, que tenía 28 años cuando sucedieron los hechos, murió dos años más tarde por "causas no determinadas".
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