El Pleno del Congreso avaló ayer por una amplia mayoría de más del 85% de los diputados el proyecto de ley orgánica que permitirá la abdicación de don Juan Carlos en la persona de su hijo, el futuro Felipe VI, quien será proclamado Rey ante las Cortes Generales el 19 de junio.

PP y PSOE cerraron filas en torno a la Corona en un intenso debate con 299 votos a favor de la ley, 19 en contra y 23 abstenciones, y en el que algunos grupos aprovecharon para reivindicar un cambio de modelo de Estado y la consulta a los ciudadanos sobre monarquía o república.

Salvo el diputado socialista Odón Elorza, que se abstuvo, y otros dos parlamentarios del PSOE que se ausentaron sin motivo conocido del Pleno, el resto de representantes del principal partido de la oposición respaldaron el criterio de su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, de apoyar a la Monarquía.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, abanderó la puesta en valor del actual modelo de Estado y recalcó en su intervención que lo que ayer se debatía en el Congreso era permitir la sucesión de don Juan Carlos.

Rajoy dedicó gran parte de su intervención a elogiar la preparación de Felipe VI y los méritos de don Juan Carlos en el desempeño de su tarea, que dijo que ha permitido un cambio radical de España. El presidente resumió en una frase la sucesión: "Cambiamos de página, pero seguimos escribiendo el libro de nuestra convivencia".

Rubalcaba argumentó el voto a favor de los socialistas a la abdicación señalando que es una obligación "ineludible e insoslayable" cumplir la ley y la Constitución, y dejó claro que el PSOE no romperá el pacto constitucional y que, si en algún momento cree necesario revisarlo, lo hará por los cauces legales.

Entre los que apoyaron el proyecto de ley, la líder de UPyD, Rosa Díez, reclamó al todavía Príncipe que entienda su cargo como "una dignidad llena de obligaciones" y no de "privilegios ni corruptelas ni para él ni para su familia", y aprovechó para criticar a los que piden un referéndum que considera ilegal entre monarquía o república.

Los diputados de CiU se abstuvieron, aunque su portavoz, Josep Antoni Duran Lleida, elogió a don Juan Carlos y mostró su confianza en que el futuro Felipe VI sea sensible a las demandas de Cataluña y, desde su papel de árbitro institucional, ejerza desde el primer día el impulso necesario para que los catalanes puedan expresar sus aspiraciones de futuro.

También optaron por la abstención los representantes del PNV, cuyo portavoz, Aitor Esteban, recalcó que el futuro Rey debe ganarse el trono y convencer a los poderes públicos y ciudadanos de su utilidad.

Entre los que rechazaron el trámite de la abdicación, el portavoz de la Izquierda Plural, Cayo Lara, defendió un referéndum entre república o monarquía y pidió no dar cobertura a una institución "anacrónica" y "radicalmente injusta".

Durante su intervención, los diputados de su grupo (que habían presentado una enmienda a la totalidad al proyecto de ley) exhibieron carteles en los que se leía Referéndum ya y, en la votación, pública y de viva voz, todos ellos expresaron su no pidiendo más democracia y república.

En el grupo mixto había cuatro partidos que habían presentado también enmiendas (ERC, BNG, Compromis y Geroa Bai) y sus representantes reclamaron la celebración de una consulta sobre la jefatura del Estado. Entre ellos, el portavoz de ERC, Alfred Bosch, argumentó que "los pueblos no se heredan. No somos -dijo- un mueble que pasa de padres a hijos".

Los diputados de UPN y Foro Asturias votaron a favor y la de Coalición Canaria se abstuvo, mientras que el de Nueva Canarias lo hizo en contra y los de Amaiur se ausentaron.

Especial tensión se vivió en el debate con la intervención del portavoz de este último partido, Sabino Cuadra, que se negó a participar en la "farsa" de la sucesión y aseguró que en la etapa de don Juan Carlos ha habido en Euskadi asesinatos, secuestros y torturas por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Cuadra concluyó blandiendo una ikurriña y gritando en euskera "¡Monarquía fuera!" y "¡Euskal Herria libre y republicana!".

El portavoz del grupo popular, Alfonso Alonso, tildó de despreciable el discurso de Cuadra, a quien reprochó su defensa de ETA frente a la lucha por las libertades de los demócratas.

Tras la votación de hoy, el Pleno del Senado culminará el trámite parlamentario del proyecto de ley el próximo 17 de junio, un día antes de que la norma sea sancionada por el Rey la víspera de la proclamación de Felipe VI.

Apenas una treintena de personas participó ayer en la protesta convocada por la Coordinadora 25-S en los alrededores de la Cámara Baja bajo el habitual lema Rodea el Congreso para rechazar la ley que regula la abdicación de Juan Carlos I.

La protesta, convocada a partir de las 12:30, no comenzó o hasta pasados diez minutos de la hora prevista con la llegada de una decena de manifestantes a la Plaza de Neptuno, donde ya les esperaba un fuerte dispositivo policial desplegado en torno al Congreso, compuesto al menos por una treintena de furgones de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Los primeros manifestantes en llegar, ataviados con banderas republicanas, trataron de situarse en las cercanías del vallado desplegado para impedir el acceso a la Carrera de San Jerónimo, si bien los agentes los condujeron hacia la zona central peatonal del Paseo del Prado. Mientras tanto, los manifestantes no dejaban de repetir consignas contra la monarquía y favor de la III República, así como en defensa de la libertad de expresión y el derecho de manifestación. "Referéndum ya", "España mañana será republicana", "Franco no está muerto, está en el Congreso" o "Esta democracia es una basura no la diferencio de la dictadura", fueron algunos de sus gritos de guerra.