Almería

El Consejo Social proyecta la labor de quienes hacen la vida más fácil

  • La institución concede sus premios del año 2019 a profesores, alumnos y empresas por su aportación a la sociedad

  • Queda patente la importancia estratégica que tiene la UAL con el tejido empresarial y el resto de su entorno

El Consejo Social premió anoche a docentes, alumnos y empresas en el Teatro Cervantes.

El Consejo Social premió anoche a docentes, alumnos y empresas en el Teatro Cervantes. / Rafael González (Almería)

El Consejo Social de la Universidad de Almería celebraba en la noche del pasado martes una nueva edición de sus premios dirigidos a la investigación aplicada a la empresa y se reconoce el trabajo de los grupos de investigación que realizan transferencia de conocimiento directamente a la sociedad almeriense. Además, también se reconoce el trabajo que empresas y empresarios desarrollan contratando servicios con la UAL.

Emilio Lledó y Magdalena Cantero. Emilio Lledó y Magdalena Cantero.

Emilio Lledó y Magdalena Cantero.

La cita estuvo marcada, sin duda, por la emoción, y por la incuantificable aportación del filósofo Emilio Lledó, uno de los premiados, con sus palabras sobre la importancia de la educación y la formación ante el público que abarrotaba el Teatro Cervantes de la capital, y en el que había mucha gente joven, el futuro de este país.

Público asistente a la gala en el Teatro Cervantes. Público asistente a la gala en el Teatro Cervantes.

Público asistente a la gala en el Teatro Cervantes. / Rafael González

La cita comenzó con la apertura oficial de la misma por parte de la presidenta del Consejo Social, Magdalena Cantero, quien abordó solemnemente la responsabilidad que tiene encomendada al frente de esta institución que no para de trabajar para establecer lazos de manera estratégica y con la mayor eficacia entre la Universidad y la sociedad almeriense a través de la transferencia de conocimiento, de la aportación de soluciones que mejoren la calidad de vida de todos, pero también desde un punto de vista humano, ético y social. Precisamente estos elementos, independientemente de la extraordinaria calidad y contribución de los premiados, quedaron patentes y reforzados. Existe un compromiso férreo en este sentido y pese a que la institución académica pasa por un gran momento, “no nos rendimos a la autocomplacencia, pues la universidad debe asumir muchos retos en el futuro, ya que como país estamos ligados a ella en gran medida. Los conocimientos tienen fecha de caducidad y por eso hay que establecer garantías para actualizar constantemente nuestras competencias, que es lo que exige la sociedad: constante formación, transformación y aprendizaje”, explicó Magdalena Cantero, quien finalizó su discurso avisando de que “el conocimiento no debe volver a ser nunca privilegio de unos pocos, pues eso conduciría a no tener alumnos, sino clientes”.

Posteriormente se dio paso al amplio elenco de premiados, no sin antes dar a conocer las estatuillas representativas de los premios, una obra del artista olulense Andrés García Ibáñez, cuyas esculturas representa a un adolescente desnudo portando un libro al entrar a la universidad. Se trata de un símbolo que representa la pureza y la igualdad ante uno de los momentos más importantes de la vida, el de formarse como persona y profesional.

El primero de los premios de la noche fue a la trayectoria de jóvenes investigadores, y tuvo a la investigadora María Jesús Martínez Bueno como ganadora. Es investigadora en dos proyectos relacionados con el sector agroalimentario, además de contar con una amplia trayectoria vinculada a la UAL que comenzara en 2005 y donde ha demostrado una gran labor en la transferencia de conocimiento para la sociedad almeriense. Martínez expresó su agradecimiento y reconoció que el premio reconoce el trabajo y el esfuerzo de muchos años dedicados a la investigación, “que en ocasiones se desconoce pero que lleva mucho tras de sí”. Y también aprovechó para agradecerles la labor a sus compañeros del grupo de residuos de plaguicidas su gran labor, que es fundamental para la consecución de los objetivos.

María Jesús Martínez Bueno. María Jesús Martínez Bueno.

María Jesús Martínez Bueno.

El premio en el ámbito de las Cinecias Sociales y Jurídicas, Artes y Humanidades fue para el investigador José María Muyor Rodríguez, doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, quien con su estudio beneficia a deportistas y usuarios que acuden a gimnasios. Emocionado y agradecido, puso en valor la actividad que desarrollan los académicos, pues “tenemos una responsabilidad con el desarrollo de investigaciones”. Y no dejó pasar la ocasión para recordar que ha llegado hasta aquí “por los compañeros que han estado conmigo desde mis inicios, hasta los que trabajo hoy. También agradecer a la UAL el apoyo que nos da. A mi hermano Jesús Muyor y al resto de mi familia. Mi mujer y mis dos hijos”.

José María Muyor. José María Muyor.

José María Muyor.

El premio a grupos distinguidos por su labor de transferencia fue para el CTS1024, con Enrique García Artero como responsable. Este grupo de investigación ha hecho grandes avances dentro del ámbito de la actividad física y el deporte, desde el punto de vista de la salud como para el alto rendimiento para deportistas. García Artero agradeció el premio y también la labor del consejo social con el desarrollo de este tipo de iniciativas, “que dan visibilidad a una ardua labor que repercute a la sociedad. Nosotros intentamos hacer cosas realidad, ese es nuestro objetivo”.

Enrique García Artero. Enrique García Artero.

Enrique García Artero.

La directora del Departamento de Psicología de la UAl, María Teresa Daza, recogía el premio por calidad docente, quien recogía el premio en nombre de todos sus compañeros y reconoció que se trata de un “impulso para seguir trabajando y mejorando en ofrecer la mejor formación a nuestros alumnos y futuros profesionales que construirán una sociedad mejor”.

María Teresa Daza, izquierda, junto a la secretaria general de Universidades, Rosa María Ríos. María Teresa Daza, izquierda, junto a la secretaria general de Universidades, Rosa María Ríos.

María Teresa Daza, izquierda, junto a la secretaria general de Universidades, Rosa María Ríos.

Antonio Miguel Bañón recogía el premio a la labor distinguida por su contribución al desarrollo social, cultural, económico o medioambiental. Este catedrático de la UAL es también presidente de la Fundación Poco Frecuente dirigida a investigar acerca de las enfermedades raras, que en los últimos años ha desarrollado importantes avances en este terreno. El docente agradecía el premio y ponía en valor la calidad humana y profesional de todos los equipos con los que ha trabajado en Almería desde hace ya 22 años.

Antonio Miguel Bañón. Antonio Miguel Bañón.

Antonio Miguel Bañón.

José Luis Blanco, investigador de la UAL, recibía el premio en el apartado de empresas que contribuyen en la transferencia de conocimiento, que fue para Intouch Technologies INC, empresa norteamericana con la que él colabora en nombre de la universidad.

José Luis Blanco, junto al rector, Carmelo Rodríguez. José Luis Blanco, junto al rector, Carmelo Rodríguez.

José Luis Blanco, junto al rector, Carmelo Rodríguez.

Por último, y además del premio por sus valores recibido por Emilio Lledó, los proyectos emprendedores Virtual Reality Hingh Ability Task (VR-HAT) y Thailó Bags recibieron sendos accésit con 500 euros por ambas iniciativas empresariales nacidas en el seno de la UAL por alumnos.

José Antonio García Moreno. José Antonio García Moreno.

José Antonio García Moreno.

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