Salvamento Marítimo y la Guardia Civil siguen sin pistas del joven de 23 años desaparecido el pasado martes en la playa de San Miguel de Cabo de Gata. Exceptuando los obligados parones al caer la noche, la búsqueda no ha parado desde que se perdió su rastro pero todos los esfuerzos no han dado fruto, por el momento.

A primera hora de este jueves la Guardia Civil reiniciaba la búsqueda por mar y tierra del chaval. Cabe recordar que el miércoles el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) ya se había sumado al Servicio Marítimo del Instituto Armado, mientras que diferentes patrullas recorrían a pie y en vehículos diferentes puntos de la costa en los que podía encontrarse.

Aunque estaba previsto que Salvamento Marítimo también se sumase al mediodía al operativo, no era hasta las cuatro de la tarde cuando la ‘Guardamar Polimnia’ entraba en funcionamiento para participar recorriendo la franja de litoral que va desde La Fabriquilla a El Zapillo. La zona en la que se busca ha aumentado poco a poco con el discurrir de los días pero esto no ha servido para poder localizar al joven.

El joven desapareció a la altura del chiringuito 'Sonia y Boni' de Cabo de Gata.

Asimismo, desde Salvamento Marítimo se apuntaba que este jueves no se se iba a contar con un helicóptero, como durante las jornadas previas, para estas labores.

La Comandancia de Almería confirmaba el miércoles ayer que ya había sido interpuesta una denuncia por la desaparición del joven y que por el momento se están “barajando todas las posibilidades” respecto a su pérdida.

Sobre las 13:12 horas del pasado martes una persona alertó al 112 de Andalucía de que estaba bañándose en la playa de San Miguel de Cabo de Gata con un amigo que no había salido del agua.

El alertante apuntó que su amigo se había metido en el mar a darse un baño y que dio el aviso después pasada media hora al ver que el desaparecido no regresaba, añadiendo que éste había dejado en la arena todos sus efectos personales.

Según han indicado fuentes próximas a la búsqueda, ambos se encontraban a la altura del chiringuito ‘Sonia y Boni’, ubicado al final del paseo marítimo de la barriada almeriense de Cabo de Gata.