Convulsión taurina en Almería por el regreso de José Tomás

José Tomás en agosto cumplirá 36 años y hará 16 que tomó la alternativa en Méjico. En su haber ocho puertas grandes de Las Ventas con una tauromaquia basada en el valor, la quietud, la cercanía y unas excelentes aptitudes para el toreo al natural. Las crónicas hablan de un diestro distinto con un toreo que poco tiene que ver con el de los demás, capaz de combinar en sus actuaciones estilo, compromiso, toreo hondo y regularidad. Despierta admiración, tanto entre los aficionados como entre sus propios compañeros, por su valor. El propio diestro ha manifestado que entiende el toreo como algo en lo que hay que arriesgar al máximo, y por ello se caracteriza por su entrega y por no rectificar el terreno que pisa y cree que debe ocupar, muy próximo al toro, lo que, en ocasiones, hace que sea cogido por su oponente.

José Tomás despierta pasiones a favor y en contra, es controvertido y hermético, callado e introvertido, celoso de su privacidad y sin trato con los medios de comunicación, a los que no concede entrevistas ni permite que se televisen sus corridas. Se muestra distante con admiradores, aunque sin negarse tajantemente a firmar autógrafos y dejarse fotografiar.

Preocupado por las injusticias, comprometido con distintas causas, ha creando en 2009 una fundación con su nombre. Personas cercanas dicen que se caracteriza por su ansia de libertad, su independencia y su carácter solitario y reflexivo. Para algunos detrás de su actitud hay una gran vida interior, mientras para otros se trata simplemente de una campaña de marketing para atraer al público.

Su relación con la gente del mundo del toro es también escasa. En los momentos previos al inicio de las corridas, también da muestras de su singular personalidad; no acude a la capilla ni se santigua antes del paseíllo, prefiere apartarse de los presentes en el patio de cuadrillas, y ceremonias como la de liarse el capote las realiza sin ayuda de nadie.

Se retiró sin dar explicaciones en 2002, y apenas se dejó ver en actos públicos, para reaparecer con éxito en 2007 en la Monumental de Barcelona, su plaza talismán, de donde ha salido a hombros 15 veces, en un gesto de apoyo a las corridas de toros en Cataluña, hecho que levantó una inusitada expectación que fue tratada incluso por diarios internacionales como The New York Times, The Wall Street Journal, Le Monde, The Times e Il Corriere della Sera. Desde entonces, ha habido gran expectación en cada una de sus escasas apariciones, que se han saldado con numerosos triunfos no exentos de espectaculares cogidas. Fenómeno de masas, ha generado una expectación que trasciende al ámbito taurino y de sus actos se ha dicho que tienen connotaciones sociales y políticas. Su anunciado regreso es un bien para la tauromaquia. Y dentro de ese bien, lo publicado por todos los medios especializados que afirman que Almería es una de las escasas plazas que haga el paseíllo. Solo falta que Oscar Chopera lo confirme el martes en la visita que tiene prevista a esta tierra para tantear al sector taurino. Día que ha pedido audiencia con el Alcalde en funciones.