Aguas fecales

Costacabana exige unión institucional para acabar con los vertidos al mar

  • Los vecinos emplazan al Ayuntamiento, a la Junta y a Costas a trabajar en común en una solución a un problema de décadas. Demandan, mientras, limpieza exhaustiva de la playa

Los vecinos han vuelto a abordar la problemática de la playa de Costacabana

Los vecinos han vuelto a abordar la problemática de la playa de Costacabana

Los vecinos de Costacabana están, si bien con cierta tregua a la espera de ver las soluciones que el Ayuntamiento de Almería se ha comprometido a aportar, en pie de guerra por acabar con los vertidos de aguas fecales al mar que llevan sufriendo “desde hace 40 años”. Quieren poner fin a esta situación mediante la colaboración institucional entre el Consistorio, la Junta de Andalucía y el Gobierno central, a través de la Dirección General de Costas.

“Vamos a estar aquí batallando, moviendo cielo y tierra, hasta que tengamos una solución”, advierte José Reche, vicepresidente de la Asociación Bahía de Costacabana, donde la tarde de ayer se celebraba otro encuentro vecinal al objeto de abordar las líneas de actuación. Para empezar, esperar a que el Ayuntamiento presente las soluciones presupuestadas en el plazo, inferior al mes, comprometido, y demandar la implicación de la Junta de Andalucía y de Costas, tanto económica como administrativa a la hora de autorizar las actuaciones que sean acordadas. Porque, para los vecinos, ya es hora.

“Desde algunos sectores se ha calificado el vídeo de Equinac como alarmista. Nosotros lo calificamos como dramático y realista, pues el vídeo pone en imágenes el problema que los vecinos de Costacabana llevamos sufriendo durante 40 años y que durante este tiempo se ha denunciado a través de la Asociación de Vecinos y por residentes a nivel particular”. Son imágenes, literalmente, de un chorreo de compresas, toallitas, bastoncillos y preservativos, directos al fondo marino y a muy poca distancia de la playa.

Explica la Asociación que la red de alcantarillado que existe en Almería, como en la mayoría de las ciudades españolas, es unitaria, es decir, por la misma tubería circulan aguas pluviales, recogidas de los imbornales, y aguas fecales, provenientes de los hogares. Todo el alcantarillado llega al EDAR del Bobar, donde se hace un tratamiento depurativo, obteniendo un agua que se denomina en secundario, es decir, agua no potable. Se emplea para riego en los jardines de Almería y también se distribuye a los agricultores para su utilización. El excedente de agua es vertido al mar a través de los distintos emisarios que hay en Almería, concretamente siete.

El problema surge cuando hay fuertes lluvias. Toda esta agua, que colapsaría el EDAR del Bobar, se vierte directamente al mar a través de los aliviaderos, produciéndose un vertido simultáneo de agua de lluvia y aguas fecales. “Ese vertido hay que reseñar que es legal y por ello se paga un impuesto que se denomina IVAL (Impuesto sobre Vertidos a Aguas Litorales). Desde la gerencia de Aqualia nos han dicho –añaden– también están autorizados a verter en caso de avería. Si es legal, se podrá pensar que el problema no tiene solución, pero nosotros creemos que sí”.

Abogan por alargar el emisario terrestre cientos de metros dentro del mar e instalar rejillas de desbaste para el filtrado de residuos no biodegradables, unas obras que, según explican los vecinos, estaban contempladas dentro del proyecto de regeneración de la playa. “No sabemos por qué no se ejecutó”, pero esperan que Ayuntamiento, Junta y Costas resuelvan ahora los inconvenientes que pudieron surgir en su momento.

Exigen, mientras, la limpieza exhaustiva de la playa, ya que estos vertidos generan otros problemas colaterales como malos olores, cucarachas y mosquitos.

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