Tribunales

Culpable: provocó la muerte de su compañero por el pisotón que le dio en la cabeza

  • El jurado popular no tiene dudas sobre la responsabilidad del acusado por el homicidio de Aspapros pero considera que tiene la capacidad intelectual de un niño

Junto a la pantalla, el acusado por el homicidio aguarda a conocer el veredicto.

Junto a la pantalla, el acusado por el homicidio aguarda a conocer el veredicto. / M.M. (Almería)

Culpable. Así es como ha declarado el jurado popular al acusado de matar de un pisotón en la cabeza a su compañero de cuarto en la residencia para personas con discapacidad de la asociación Aspapros en Viator. Aunque no pisará una prisión tradicional debido a la discapacidad que presenta, ya que su capacidad intelectual equivale a la de un niño de entre 9 y 12 años.

Presidido por el presidente de la Audiencia Provincial y magistrado de la Sección Tercera de este órgano judicial, Luis Miguel Columna, esta vista oral puede pasar como una de las más rápidas de su tipo. En apenas dos mañanas se han desarrollado todas las pruebas, presentado informes, entregado el objeto de veredicto y procedido a la lectura del mismo.

El veredicto del jurado declara probado que sobre las 08:00 horas del 12 de septiembre de 2021 el acusado J.M.F. estaba en un pasillo de la residencia junto a la víctima, con la que inició una discusión.

En mitad de la riña el acusado propinó un puñetazo en la cara al otro varón, que cayó al suelo, y allí le golpeó con el pie izquierdo en la cabeza de “forma brutal”, por lo que la víctima comenzó a sangrar “abundantemente” por el cráneo.

Tras esto, el hombre fue evacuado por el 061 al Hospital Universitario Torrecárdenas de Almería, dónde murió nueve días más tarde a “consecuencia de los golpes recibidos”.

El jurado ha considerado probado todo esto porque no es una “cuestión discutida” por ninguna de las partes, ya que el acusado reconoció haber perpetrado la agresión porque la víctima le dijo “me cago en tus muertos”, además de por aparecer reflejado el ataque en la grabación de las cámaras de seguridad de la residencia.

El jurado aprecia que J.M.F. tiene un “grado de discapacidad del 68 % que le produce un retraso mental leve, con una capacidad intelectual entre 9 y 12 años” y ve probado que “sufría una enfermedad mental que alteraba gravemente su capacidad intelectiva volitiva”.

Ha sido clave la declaración del forense Manuel Checa, quien ha apuntado que el retraso mental leve del acusado se encuentra acompañado por un trastorno de conducta y, por ello, considera que el acusado tiene menos capacidad para inhibir sus impulsos y que personas como él a veces actúan como “los niños”, ya que en su caso puede tener el desarrollo de uno de entre 9 y 12 años.

El forense Guillermo Agüero ha explicado que la muerte se produjo por un traumatismo craneoencefálico severo con rotura del hueso temporal, y ha destacado que debido a la gravedad de las heridas de la víctima, los neurocirujanos del Hospital Universitario Torrecárdenas de Almería descartaron una intervención por ser inviable.

A preguntas del abogado defensor, ha reconocido que “como hipótesis” no se puede descartar que el impacto contra el suelo provocase esta lesión, aunque ha recordado que cuando la vio ya habían pasado nueve días desde la agresión y se encontraba “manipulada quirúrgicamente”.

También han declarado este jueves la directora y varias trabajadoras de la residencia, así como tres guardias civiles, entre otros, que han dado una versión coincidente con lo reflejado en un vídeo de la grabación reproducido en la sala y con el relato de la fiscal.

Tras esto, la fiscal ha solicitado diez años menos un día de internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario por un delito de homicidio.

Asimismo, la abogada Jéssica Hernández, que ha ejercido la acusación particular en nombre de Aspapros, se ha adherido a la petición del Ministerio Público, al igual que el letrado Miguel Martínez, que ha representado al acusado J.M.F. durante la vista oral.

La fiscal pedía inicialmente once años de prisión pero ha modificado sus conclusiones, antes de la lectura del veredicto, y ha anunciado que iba a reclamar diez años, menos un día, en un centro psiquiátrico penitenciario dada la situación personal del procesado.

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