Almería

DALÍAS. El apóstol de Madrid

El apóstol de Madrid

El apóstol de Madrid

Desde el 19 de febrero de 1920, Dalías tiene la consideración de Ciudad; título concedido por el rey Alfonso XIII, “por el creciente desarrollo de su agricultura, industria y comercio, y por su constante adhesión a la Monarquía (Gaceta de Madrid, 21 de febrero 1920).

Abu Abbas al-Udri Abu Abbas al-Udri

Abu Abbas al-Udri / Antonio Moreno

De la localidad que desde la costa es puerta de entrada a la Alpujarra es nativo el único almeriense en alcanzar el rango de santidad en el nomenclátor de la Iglesia Católica. Años después de su fallecimiento en el noviciado de Jesuitas en Aranjuez (2 de mayo de 1929), el arzobispo Eijo y Garay lo bautizó como El apóstol de Madrid y ejemplo del clero diocesano.

Antonio Cantón Góngora Antonio Cantón Góngora

Antonio Cantón Góngora

José María Rubio Peralta vino al mundo en Dalías el 22 de julio de 1864. Mayor de los trece hijos habidos en el matrimonio Francisco Rubio-Mercedes Peralta, ambos de fuerte convicción religiosa: su hermana menor, Teresa, profesó en el convento madrileño de las Esclavas del Sagrado Corazón, y un tío-abuelo canónigo de la catedral de Almería. Éste le costeó su ingreso en el seminario de San Indalecio; concluyendo sus estudios en del San Cecilio granadino hasta concluir la carrera sacerdotal en Madrid. Aquí y en Toledo obtuvo la licenciatura en Teología y el doctorado en Derecho Canónico. Entre otras responsabilidades fue capellán de las Religiosas Bernardas y Madres Reparadoras, organizador de la Adoración Nocturna y Hora Santa y promotor del monumento al Sagrado Corazón en el Cerro de los Ángeles matritense. Ejerció de párroco en Chinchón y Estremera antes de encargarse del registro de Pobres en la Vicaría diocesana.

Conoció al chantre de la catedral de san Isidro, Joaquín Torres Asensio, quien se convertiría en su protector. A su fallecimiento pudo satisfacer la ansiada vocación jesuítica, ingresando en el noviciado de Granada (1906), continuó sus estudios en las Casas de Sevilla, Manresa y Madrid. Torres Asensio lo nombró heredero universal de una considerable fortuna que José Mª Rubio distribuyó a su vez entre seminarios y conventos femeninos. Recorrió diariamente los barrios humildes de Madrid socorriendo a menesterosos y catequizando a mozalbetes. No se consideraba buen orador, pero sí solicitado confesor dada su áurea de santidad. Evidenciada en la Congregación de la Causa de los Santos (bilocaciones, profecías, videncias) y el testimonio de familiares de enfermos que aseguraban sanaciones gracias a la intercesión del sacerdote daliense. En ese expediente consta la curación “milagrosa” de su paisana Dolores Torres, de la niña Victoria de Guzmán y del también jesuita José Luis Gómez Mután.

El papa Juan Pablo II lo beatificó el 6 de octubre de1985, siendo canonizado el 4 de mayo de 2003 por el propio pontífice. El ayuntamiento de Dalías le nombró Hijo Predilecto y Daliense Universal y Diputación Provincial le concedió el Escudo de Oro de la Provincia. La sede canónica de la Hermandad oficial del Padre Rubio se establece en la parroquial de Sant María de Ambrox, en Dalías. Como dato significativo, toda su junta directiva (cargos ejecutivos) son mujeres, presididas por la hermana mayor Dolores Picón Acién.

Gobernador Civil

Francisco Antonio Rubio Callejón, padre de Antonio y Marco Rubio de Bustos. Abogado con ejercicio en Granada, donde estudió la carrera de Derecho, fue fusilado por el régimen franquista en la madrugada del 15 de agosto de 1936, previo a la alevosa muerte de Federico García Lorca y en el mismo lugar: entre Víznar y Alfacar. Cayó con Fernández Montesinos, cuñado del poeta, quien a su vez era su superior en la cátedra de Derecho de la Universidad nazarita. Ian Gibson y otros estudiosos del poeta lo refieren.

El mismo día de su boda en 1931 -recién declarada la II República Española-, Rubio supo por la Gaceta de Madrid de su nombramiento como gobernador Civil de Jaén; cargo al que seguirían los de las provincias de Santander y Huelva. Hace unos años, su hijo Marco, militante socialista, recogió el documento por el que el PSOE reconocía públicamente la trayectoria y sacrificio de su padre. Ya en democracia, el cadáver de F. Antonio fue traído de Granada al cementerio municipal de Dalías, donde reposa en el panteón familiar.

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