No es la primera vez que los vándalos se han cebado con las escultura dedicada a los emigrantes de la plaza Calderón, en la avenida Pablo Iglesias. Pero, en esta ocasión, además de pintadas, los actos han ido mucho más lejos, ya que los autores han diseccionado literalmente una de las piernas de esta estatua de tamaño natural, sentada junto a una maleta, que representan a los muchos que tuvieron que salir de la provincia en busca de trabajo.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios