La Policía Nacional ve un incremento de las denuncias falsas

Denunciando en falso

  • Los robos con violencia inexistentes para poder cobrar del seguro, los más habituales en la Comisaría de Almería. la aplicación VeriPol permite detectar de forma automática el grado de veracidad de lo relatado

La policía gestiona una denuncia en Comisaría.

La policía gestiona una denuncia en Comisaría.

Cada año aumentan las denuncias falsas, aunque no hay una estadística exacta al respecto, la llegada de la crisis supuso un antes y un después. En la mayoría de los casos, se denuncia un robo que o bien no habían sufrido o bien fue transformado en un robo con violencia e intimidación para obtener la indemnización correspondiente por parte de las compañías aseguradoras. De las denuncias formuladas y detectadas como falsas, lo que realmente había ocurrido era un hurto al descuido o un extravío.

Tal es la situación que la Policía Nacional puso en funcionamiento en octubre del año pasado la aplicación informática VeriPol, que detecta las denuncias falsas interpuestas en casos de robos con violencia e intimidación o tirones. Una herramienta que, por supuesto, funciona ya en la Comisaría Provincial de Almería, donde han probado la eficacia de la misma. Y es que un modelo matemático estima la probabilidad de falsedad de la denuncia con una precisión superior al 90%.

Esto no significa que esté todo hecho, sino que los agentes tienen un elemento objetivo para llamar de nuevo al denunciante y centrarse en posibles incoherencias en su relato. Este modelo ya fue probado en 2015 en un conjunto de más de 1.000 denuncias presentadas en toda España. Posteriormente, un estudio piloto llevado a cabo en junio de 2017 en Málaga y Murcia permitió a la Policía Nacional mejorar su índice de casos resueltos en un 80%.

De hecho, en sólo una semana, en Murcia y Málaga se detectaron y cerraron 25 y 39 denuncias falsas respectivamente, mientras que el número promedio de casos detectados y cerrados en los meses de junio de los años 2008-2016 fue de 3,33 y 12,14 respectivamente. Las proporciones de éxito fueron de 81,58% en Murcia y 84,78% en Málaga.

Esta realidad no es ajena en Almería, donde en lo que va de año han sido detectados por la Policía Nacional ya cinco casos de falsas denuncias. Uno de los primeros tuvo lugar pocos días después de comenzar 2019. Una mujer afirmó a los agentes que sobre la una y media de la tarde del día 4 de enero había sido víctima de un robo con violencia. Posteriormente, aseguró que se había caído al suelo en un paso de peatones de la calle Canónigo Molina Alonso ubicado a la altura del restaurante Vips. La denunciante sostuvo en su nueva declaración que alguien podía haberla empujado y que varios objetos habían salido del bolso que llevaba consigo, por lo que lo que había tenido que introducirlos tras levantarse, momento en el que observó como un varón de complexión delgada se introducía a la carrera por una calle cercana.

Acto seguido relató que se dirigió a una administración de loterías cercana y al ir a buscar el monedero, se dio cuenta de que ya no estaba. Mantuvo que esta segunda versión era la real y que en su denuncia pudo “haber explicado erróneamente los hechos ocurridos”a consecuencia del “estado de nerviosismo”en el que se encontraba en ese momento.

Lo normal es que se trate de hurtos por descuidos o pérdidas de objetos y bienes

En otro de los casos de los que ha tenido conocimiento Diario de Almería, un hombre denunció que sobre las once de la mañana del día 2 de enero dos individuos de origen magrebí lo habían atracado con una navaja de 15 centímetros y se habían apropiado de 350 euros, un bolso, una cartera y una tarjeta de crédito en la calle Sales. Más tarde acabaría por reconocer que lo que realmente había ocurrido es que había perdido su teléfono móvil, que se encontraba en una tienda de segunda mano en la que tuvo que pagar 150 euros para recuperarlo, así como que no le habían sustraído ninguno de los efectos incluidos en su denuncia. La Policía Nacional ha valorado en casi 200 euros el gasto ocasionado por esta actuación.

El tercer caso fue denunciado por otro hombre que aseguraba que había sido asaltado durante la medianoche en la calle General Segura por un sujeto que estaba orinando entre unos coches, quien lo habría agarrado por los brazos y le habría arrebatado su cartera. Dio incluso la descripción del supuesto agresor e informó de que había cámaras de seguridad que podían haber grabado el robo. Efectivamente, las imágenes fueron solicitadas pero no se correspondías por completo con lo narrado, por lo que se citó de nuevo al denunciante, que acabó por reconocer que tanto él como el supuesto atracador habían estado orinando entre vehículos y que cuando terminó de orinar se le acercó y le ofreció su mano y se la dio pensando que lo conocía.

Fue entonces cuando notó que el muchacho intentaba rodearlo por la parte contraria y cuando éste se fue corriendo, se dio cuenta de que le había sustraído la cartera. Se trató de un hurto, no de un robo con violencia, aunque el denunciante expresó que “pensaba”que había sido así debido “ al estado de nerviosismo que le supuso la sustracción de su cartera” y que más tarde había recordado que no era así. El coste de esta actuación policial ha sido tasado en unos 140 euros.

Las discotecas, pubs y establecimientos de ocio son un lugar adecuado para perder las propiedades que uno lleva consigo o para que en un despiste alguien se las lleve. Es lo que le ocurrió a otro varón que denunció que sobre las cinco y media de la madrugada del día 1 de enero tres individuos lo habían parado en la calle Calzada de Castro, lo habían intimidado y le habían quitado la cartera, que contenía 40 euros, su DNI y una tarjeta sanitaria. Como en el caso anterior, llegó a facilitar una descripción de los supuestos atracadores y la ropa que supuestamente vestían. Acabó por reconocer que esa noche había estado en una discoteca del centro de la capital almeriense, donde tras pagar había guardado su cartera en un bolsillo del pantalón y que horas más tarde se dio cuenta de que no estaban. Afirmó que denunció el falso robo con violencia porque lo habían “asesorado mal” pero que en realidad quería contar lo realmente acontecido. El coste de esta actuación policial ha sido valorado en casi 140 euros.

El último caso fue denunciado por otro hombre que mantuvo ante los agentes que dos sujetos le habían quitado 2.800 euros en efectivo, un tique de compra y las llaves de su vehículo en la calle Pastor, donde supuestamente lo habían intimidado con una navaja sobre las nueve menos cinco de la mañana del 14 de enero. No mucho después contó la verdad:Había extraviado el dinero, las llaves y el tique y no sabía exactamente donde. El coste de la actuación, en este último caso, ha sido tasado en casi 174 euros.

Son ejemplos suficientes para entender el porqué de la aplicación que de forma pionera ha puesto en marcha la Policía Nacional con un doble objetivo. Por un lado, VeriPol tiene como misión desalentar a los ciudadanos de presentar denuncias falsas y, por lo tanto, prevenir la comisión de delitos. Por otro, pretende evitar el uso innecesario de recursos policiales, optimizando así el esfuerzo y el tiempo en otras tareas.

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