Almería

Descenso de personas inmigrantes El Puche ya supera el 70% y en La Chanca, cada vez menos

  • Quince personas de procedencia extranjera se marchan cada día de la provincia Más de 20.000 viven en la capital Regresan los jóvenes almerienses

Almería es y ha sido una provincia abierta. Tanto emigrante como receptora de población, pero los flujos están cambiando. Cada año llegan menos extranjeros y eso supone reducir la multiculturalidad de la provincia y nunca es positivo. Se ha pasado de recibir a 17.478 inmigrantes en 2008 a poco más de 5.000 el año pasado. La eterna crisis ha trastocado los flujos migratorios y casi los ha invertido, y eso se refleja en la población dentro de un país, sus comunidades, las provincias e incluso dentro de una misma ciudad. Almería capital es un claro ejemplo. Ya son 20.000 los extranjeros que viven en la capital, cifra que se ha reducido en un 10% en el último lustro. La realidad de los inmigrantes almerienses es que viven en los barrios menos favorecidos.

Se aprecian diferentes con respecto a los últimos datos, por ejemplo, La Chanca pierde población extranjera, situándose en el 40% mientras que El Puche continúa aumentando su porcentaje, superando el 70%. La cuenta apenas ha experimentado un aumento de 3.000 personas con respecto a 2006, es más, se ha venido reduciendo. Lo que ha sucedido es que la población inmigrante, al perder, como cualquier otro almeriense, poder económico, se ha ido concentrando en los barrios vulnerables. En El Puche, el 90% de ellos marroquíes y el resto guineanos y latinoamericanos. Vive una tendencia alcista en los últimos años, puesto que si en 2001 los extranjeros eran 712, en 2006 la cifra asciende a 2.511 (tal y como apunta el informe de Barrios Vulnerables del Ministerio del Interior) hasta los más de 4.000 del año 2014.

Además, el incremento se focaliza principalmente en la zona norte y en menor medida en la sur. La pirámide de población de los españoles en este barrio muestra que estamos ante un colectivo muy joven, destacando, sobre todo, los grupos de edad entre 10 y 30 años. Los extranjeros presentan un envejecimiento casi nulo, puesto que apenas hay población que supere los 59 años, tal y como explica Juan Carlos Checa en 'Integrados al Límite'.

l barrio de El Puche es el gran perjudicado por el desempleo en la capital. Un 62% de las personas en edad de trabajar no encuentran un trabajo remunerado. Aunque, en principio, la cifra se presenta desoladora, no dista mucho de la que se produce en otros segmentos de población, como, por ejemplo, en los jóvenes.

En La Chanca, entre de los foráneos destacan los marroquíes, con una presencia del 65%, seguidos de latinoamericanos, 15% y un restante de población formada en su mayoría por europeos del Este. En la Chanca, el número de extranjeros ronda ya el 40%.

El potencial económico de los extranjeros residentes en estos barrios dista en gran medida de los que se asientan en otras zonas de la geografía almeriense, caso de localidades como Turre, Mojácar, Zurgena o Albox, donde la procedencia de los inmigrantes es distinta, no llegan de Europa del Este, Marruecos o África, sino del centro de Europa o Gran Bretaña, por lo que su nivel adquisitivo es, en gran parte de los casos, superior, aunque también es cierto que en este sentido también existe una concentración de la población, pues han elegido estos municipios del Levante de la provincia para instalarse, llegando a reconfigurar la estructura poblacional de municipios como Mojácar, que posee un 52% de población extranjera o Zurgena, con un 42%.

A lo largo de la provincia también hay otros puntos de asentamientos de extranjeros por barrios, por ejemplo en las 200 Viviendas de Roquetas de Mar, que surge en los años sesenta para absorber la demanda de vivienda de los trabajadores españoles que habían emigrado a Europa por trabajo. De poco más de 500 inmigrantes en 2001 se ha pasado a más de 2.500 en fechas actuales. El 70% de los habitantes de este barrio proceden del continente africano. Sucede lo mismo en otros puntos de la provincia como en la barriada Santa María del Águila perteneciente al municipio de El Ejido, con elevada presencia extranjera.

Almería ha perdido casi un millar de habitantes en el último padrón de 2015. Aun así, la cifra no es demasiado negativa teniendo en cuenta la cantidad de personas que han llegado, pues los jóvenes han comenzado a regresar. Según los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística, correspondientes al primer semestre de 2015, la provincia ganó casi un millar de ciudadanos encuadrados entre los 20 y 34 años. No son datos notables, pero significa que la nociva dinámica agoniza, aunque solo sea por un año. En 2008 fueron más de 6.000 los jóvenes que llegaron a la provincia procedentes del extranjero. El saldo procedía de una dinámica totalmente positiva y ascendente. Sin embargo, a partir de ahí, la sangría comenzó, ya en 2009 fueron 1.300 y el 2010 fue el último con saldo migratorio positivo. A partir de ahí, todos los saldos fueron negativos: -300 en 2011, -1100 en 2012, -3.120 en 2013 y -812 en 214. Así hasta llegar a la cifra positiva de 393 en los primeros seis meses del año que en breve acaba. Y en términos generales, es decir, englobando todas las edades, el saldo con el extranjero también es positivo.

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