Desmantelada una red de narcos que usaba las playas como zulos
Desde diciembre de 2005 se ha producido la detención de quince traficantes, seis de ellos domiciliados en Almería y la incautación de casi diez toneladas de hachís.
La Guardia Civil ha conseguido desmantelar, después de casi tres años de investigación, las labores de tráfico de drogas de una red perfectamente organizada de traficantes de drogas que utilizaba las playas almerienses para la construcción de zulos (llamados guarderías en lenguaje policial) en los que ocultaba la droga en espera de su distribución. La operación se ha saldado con la detención de quince personas, siete de ellas en Almería (domiciliadas en la capital, Níjar y Roquetas) y la incautación de casi 10 toneladas de hachís en varias actuaciones.
El inicio de la operación tuvo lugar en diciembre del año 2005, cuando en la denominada Cala de Enmedio en el término municipal de Níjar, los agentes consiguen aprehenderse de más de tres toneladas de resina de hachís, ocultas en un zulo practicado en la arena, a unos tres metros de profundidad y con sus accesos enterrados a unos 20 centímetros del nivel terrestre, perfectamente camuflados en la zona. Era la primera vez que se conseguía encontrar este tipo de estructuras, básicas para el trabajo de los traficantes y que eran utilizados por la organización tanto para ocultar la droga como para abastecer a las lanchas neumáticas encargadas de su transporte. De hecho, en el interior de una de ellas se encontraron más de 50 garrafas de combustible.
La operación, bautizada como Macula-Fénix, realizada en colaboración con el Cuerpo Nacional de Policía y la Agencia Tributaria, tuvo su continuidad en la madrugada del pasado 17 de marzo, cuando se intervino otro alijo, esta vez de 2.100 kilos de hachís en un operativo en la rambla de Retamar en el que se detuvo a cuatro personas. Las costas almerienses se eligieron como alternativa después de que durante la misma noche hubieran fracasado en su intento de hacer llegar la droga a tierra en el paraje conocido como Playa Elena, perteneciente a la localidad murciana de Águilas, lugar en el que abandonaron 17 fardos de resina de hachís. La última de las operaciones de esta organización se produjo el pasado 30 de mayo, cuando frente a las costas de Cartagena se interceptó un buque de bandera alemana con más de 4.000 kilos de droga a bordo.
Las investigaciones llevadas a cabo durante estos meses, han permitido desarticular las actividades de una organización perfectamente estructurada y con varios grupos que se ocupaban tanto de los envíos como de la distribución de la droga una vez llegada a tierra.
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