El 'Diluvio Universal' vuelve a anegar la Parroquia de las 500 Viviendas

No fue el Diluvio Universal, pero casi. Los feligreses de la iglesia de San Pablo, en el barrio de las 500 Viviendas, han vuelto a ver cómo el agua inundaba los salones parroquiales causando desperfectos en las maderas de los muebles. Siguen sin un arca de Noé a la que agarrarse. Por eso, el cura de la Parroquia, Luciano Calatrava, ha pedido a los feligreses que "en caso de que el Ayuntamiento de Almería siga sin hacer nada, tendremos que ir a manifestarnos a sus puertas, para que nos oigan".

No es la primera vez que pasa, ni será la última, como explicó el sacerdote que ha recordado que tanto el concejal de Obras Públicas, Francisco Amizián, como la responsable del área de Participación Ciudadana, Pilar Ortega, están ya sobre aviso.

Dos horas tardaron en achicar el agua los voluntarios. Residentes y religiosas se afanaban desde primera hora de la mañana. "Desde que abrí los ojos y escuché la lluvia supe que esto iba a pasar", resaltó Calatrava que analizó la situación que está viviendo la comunidad de fieles como "muy compleja" debido a que "en un año nos ha pasado dos veces".

"Lo que no podemos consentir es que los muebles de madera se nos echen a perder y tener que hace esto cada vez que llueve", explicó el religioso. "Todo se solucionaría con una limpieza o un arreglo urgente de la alcantarilla que tenemos en la puerta". Calatrava cuenta con el respaldo del presidente de la asociación de vecinos de las 500 Viviendas, Ricardo Martínez.

Una situación parecida a la de San Pablo se vivió en la iglesia de San José, a la entrada de la avenida de Santa Isabel, en el Barrio Alto. En esta ocasión, el sacerdote también tuvo que buscar una solución para el achique de agua, solicitando una bomba para vaciar la nave. También contó con la ayuda de los vecinos y curiosos que pasaban a media mañana por la puerta del templo.