Docencia e investigación a 1.000 kilómetros de su tierra

Docencia e investigación a 1.000 kilómetros de su tierra
Carolina Crespo / Almería

10 de marzo 2010 - 01:00

Algo menos de 1.000 kilómetros la separan de su ciudad natal: Torrelavega (Cantabria). Allí dejó muchas cosas, sobre todo la familia, y algunos buenos amigos, pero María del Carmen Pérez, profesora del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, de la Universidad de Almería decidió hace ya casi cuatro años hacer las maletas y trasladarse a Almería para aprovechar una oportunidad de hacer lo que le gustaba y de apostar por un futuro.

Hasta la fecha esta joven de 30 años y licenciada en Pedagogía por la Universidad de Oviedo comenzó su periplo profesional antes de terminar sus estudios. Sus primeros pasos los dio durante los veranos en una asociación de personas con discapacidad llamada AMICA, donde le dieron la oportunidad de pasar por todos los servicios en distintos momentos de sus prácticas voluntarias (Atención Temprana, Logopedia, Centro de día...)

Concluida su carrera decidió seguir formándose y, por ello, tomó la decisión de estudiar Psicología en la UNED a lo que se sumó la realización de un Máster de Logopedia que hizo en Madrid. Estos estudios los compaginó con las prácticas y trabajos eventuales.

Fue realizando sus estudios de postgrado cuando gracias a una profesora del máster comenzó a colaborar con la Universidad de Cantabria. Allí conoció a profesores de varias Universidades. Entre ellas de Badajoz y Almería. En la primera comenzó a realizar su Doctorado, ya que en la Universidad de Cantabria no había Doctorado en Educación.

Su relación con la Universidad de Almería empezó como una colaboración en el Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, junto con el que es hoy el Director de ese departamento, José Jesús Gázquez Linares.

Dicha colaboración duró más de un año en la distancia hasta que un día una Beca de Investigación de un proyecto, que finalmente fue su Tesis Doctoral -en ella analizaba los beneficios de la asistencia al Programa Universitario de Mayores- la trajo a Almería.

Una extensa carrera profesional desarrollada en pocos años que apenas le ha dejado tiempo para cultivar aficiones. Ella misma reconoce que tiene pocos hobbys e incluso se atreve a decir que una de sus aficiones es su trabajo. "Creo que cuando uno trabaja en cosas que le gusta y además obtiene resultados, pues, el trabajo que realiza lo hace con ilusión y ganas, lo que se convierte en una afición".

Pero como todo el mundo -por mucho que ame su trabajo- precisa desconectar y Maica, como la conocen sus amigos y conocidos, asegura que para ella la mejor forma de dejar al lado los problemas es sentándose en la terraza a escuchar música sin preferencias de estilo. Eso sí no es muy a fin al rap, dance o heavy. Un sencillo gesto con el que se deja llevar por los sentimientos y pensamientos que la música le provoca.

A día de hoy María del Carmen Pérez, una de las profesoras más jóvenes de la UAL, que reconoce ser una persona muy exigente, no sólo con ella misma, sino también con las personas que me rodean pero que compensa por su condición de ser amiga de sus amigos y leal con las personas que confían en ella, no sabe si se quedará o no en el campus de La Cañada, ya que será el tiempo quien le ofrecerá esa respuesta.

Pase lo que pase nunca olvidará la oportunidad que le ha ofrecido esta Universidad en la que además de su labor docente ha podido llevar a cabo una carrera investigadora formando parte del grupo de investigación Intervención Psicológica y Médica a lo largo del ciclo vital (SEJ-473), dirigido por José Jesús Gázquez. Un grupo que prepara el Congreso Internacional de Convivencia Escolar: Variables psicológicas y educativas implicadas, cuyos preparativos absorben gran parte del tiempo de María del Carmen Pérez Fuentes.

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