ENÍX. Escritor en el exilio parisino
Almería
En definición de la profesora Celia Viñas Olivella -de quien fue alumno distinguido- se trataba del “Miguel Hernández” almeriense. Había nacido en Eníx el 15 de enero de1933 y falleció el 20 de marzo de 1998 en París, donde residía y editó la práctica totalidad de su obra, siendo escritor predilecto del presidente de la República francesa, Francois Mitterrand.
Agustín Gómez Arcos, autoexiliado de España por su firme convicción republicana, su primer premio literario (1953) lo recibió, curiosamente, de una cofradía franquista, con Celia Viñas en el jurado. Y en los setenta el Premio Bayyana, reconociendo su trayectoria de dramaturgo y novelista prestigioso. Tiene calle dedicada en la capital y otra en su pueblo natal, del que es Hijo Predilecto. El Instituto de Estudios Almerienses le editó una biografía firmada por José Heras, catalogó su producción literaria y acogió su biblioteca personal.
El menor de siete hermanos nació en un muy humilde hogar. Cumplidos los 65 años murió en París, ciudad en la que residió largo tiempo -aunque declinó la nacionalidad francesa- y en cuyo cementerio de Montmartre reposan sus restos. De niño se trasladó con sus hermanas a la capital e hizo el bachillerato con la citada profesora de Literatura, colaborando con ella en actividades extraescolares. Marchó a La Seo de Urgel a cumplir el servicio militar, reuniéndose con su familia emigrada a Barcelona. Familia que le obligó a estudiar Derecho en lugar de Filosofía y Letras, su vocación; aunque pronto abandonó aquella para incorporarse al efervescente movimiento teatral universitario. Poseedor de una incipiente obra escrita, se trasladó a Madrid con el ánimo de estrenar, subsistiendo gracias a traducciones y otros menesteres literarios. La crítica le fue favorable, pero el hostigamiento de la censura franquista le hizo marchar en 1966 a Londres y seguidamente a París. Después de la muerte del dictador, la prensa española lo retrata: “De gesto sobrio y facciones duras, tez de campesino andaluz; entrecejo fruncido y mirada plácida -aunque orgullosa, inconformista, crítica- de eterno enfadado, acusador de ritos y crítico del orden establecido en un mundo que lo decepcionaba”, señala el profesor Heras.
Nuestro almeriense universal gozó en Francia de reconocido prestigio. Su poética y narrativa está traducida a varios idiomas, desde el inicial Ocasión de paganismo (1956); El niño pan (novela de gran contenido autobiográfico), premiada por la editorial Seix Barral, El último Cristo, (Premio Nacional de Narración Breve), Diálogos de la herejía o Queridos míos. Entre sus galardones de la primera etapa destaca, el Nacional de Teatro Lope de Vega, en dos ediciones. En el país galo fue finalista en distintas ocasiones del 'Goncour' de novela y distinguido con la Legión de Honor y el título de Caballero de las Artes y las Letras de la República, en mérito a su comprometida y dilatada trayectoria publicada.
Justo Mullor García
Ha sido el sacerdote almeriense (de adopción) con mayor rango (ahora compartido) del Cuerpo Diplomático vaticanista y el más influyente en la Curia romana. Hijo único, nacido el 22 de marzo de 1932 en Los Villares (Jaén), de donde era su madre, aunque sus ancestros paternos remanecen de Eníx. Por dispensa especial, su madre, Catalina García Gutiérrez (1910-1987), estuvo enterrada en el convento de Las Puras. En cambio su padre, Modesto Mullor Amat, fue fusilado en Valencia por los sediciosos “nacionales” al concluir la guerra, dada su condición de “rojo”. Justo Mullor García ya mostró viveza e inteligencia en sus correrías infantiles por la plaza de la Catedral, junto a su casa en calle Castaños, donde creció huérfano al amparo de su tío, el practicante (ATS) Francisco Gutiérrez Medina. Con 11 años ingresó en el seminario de San Indalecio.
A su conclusión fue enviado a Roma en 1954. Residiendo en el Pontificio Colegio Español y matriculado en la Universidad Gregoriana, se doctoró en Derecho Canónico y fue ordenado en la capilla de dicho Colegio. Tras estudiar Diplomacia, es destinado a la Secretaría de Estado, permaneciendo hasta 1967 en que sería trasladado a la Nunciatura de Bruselas. A esta le seguiría Lisboa (con misiones en Mozambique y Angola) y a la legación de la Santa Sede en el Consejo de Europa en 1974. Los servicios realizados llevaron a Juan Pablo II a nombrarlo nuncio en Costa de Marfil, Burkina Fasso y Níger y a su consagración como arzobispo titular de Mérida Augusta. Tras el periplo africano regresó a Ginebra de observador en Naciones Unidas, participando en las negociaciones de independencia de Estonia, Letonia y Lituania. En febrero de 2000 ocupó en Roma la presidencia de la Pontificia Escuela Diplomática del Vaticano, donde por edad se jubiló. Durante tres intensos años prestó su más difícil servicio a la Iglesia: la Nunciatura en México. En 1974 recibió el Premio Bayyana junto a Ángel Berenguer, Manolo Escobar y Miguel Vizcaíno.
Directorio biográfico
-Fermín Estrella Gutiérrez (1900-1990). De raíces familiares en Eníx, emigró a Argentina a corta edad. País donde desarrolló su carrera literaria y alcanzó altas cotas administrativas/políticas en el sistema educativo bonaerense.
-José Mullor Escamilla (1925-1988). Fotógrafo con estudio propio, en el de su cuñado Ruíz Marín y en los diarios Yugo y LVA
-Roberto López Ufarte (Fez, Marruecos, 1958). Futbolista en la Real Sociedad e internacional con la selección española. En el Marchal de Antón Martín tiene sus orígenes, pedanía a la que regresa habitualmente.
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