Edificios fantasma

Completamente deshabitados y a la espera de un proyecto para el futuro. Así se encuentran algunas de las construcciones más emblemáticas de la ciudad de Almería. Son los denominados edificios fantasma, inmuebles que pese a su inalterable fachada llevan acumulando polvo en su interior desde hace años.

De arquitectura sofisticada y fachadas de grandes dimensiones, estas edificaciones no pasan desapercibidas a la vista de los transeúntes. Camufladas en la ciudad entre viviendas y oficinas de reciente construcción se imponen en la urbe por su belleza y singularidad, captando la atención de almerienses y turistas.

En la ciudad de Almería se pueden encontrar varias construcciones ejemplares, tanto por su imperante presencia como por su céntrica ubicación. En posesión de particulares, instituciones o empresas públicas y privadas, estos lugares son considerados por los ciudadanos como los auténticos monumentos de la capital. La antigua estación de ferrocarril, los cortijos de la Molineta, el Molino de los Díaz o el convento de las Adoratrices forman parte de una lista interminable de edificios deshabitados.

Muchos de los inmuebles abandonados ya cuentan con una propuesta de mejora. Es el caso de uno de los más importantes y bellos de la capital, la antigua estación de ferrocarril que ser convertirá en vestíbulo de la nueva estación tras el soterramiento. Actual propiedad de la empresa estatal ADIF, el inmueble fue construido hace más de cien años por la Compañía de los Caminos de Hierro del Sur de España con el objetivo de transportar minerales desde Sierra Morena hasta el Puerto de Almería. Lo que probablemente sus arquitectos y constructores no sabían es que cien años más tarde se convertiría en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad.

Mientras tanto, otros edificios como el '18 de julio' no han tenido tanta suerte. Debido al visible deterioro que presenta es necesario el derribo del edificio para construir uno nuevo sobre el solar .

Sin duda, estos lugares son un claro ejemplo de la riqueza arquitectónica de la ciudad. Unos inmuebles que merece la pena conservar en buen estado para que puedan seguir en pie muchos años más.