Educación programa la retirada de amianto en 15 centros almerienses

Se trata de la tercera fase del plan de la Junta, en el que se ha invertido un millón de euros

El CEIP Goya, donde se ha retirado el amianto.
El CEIP Goya, donde se ha retirado el amianto. / D.a.
Mar París

12 de febrero 2018 - 02:31

La Junta de Andalucía, a través de la Agencia Pública Andaluza de Educación ha anunciado un total de 15 actuaciones dentro de su plan de retirada progresiva de amianto de las infraestructuras públicas que comenzó en 2016 y está previsto que finalice en 2022. Con una inversión de 1.111.000 euros, la Consejería de Educación retirará este 2018 el amianto de CEIP Llanos de Marín de Roquetas de Mar; CEIP Virgen de la Paz, de Vícar; IES Sol de Portocarrero e IES Azcona de Almería; CEIP Profesor Tierno Galván de Huércal-Overa; CEIP Luis Siret, El Puche y San Indalecio e IES Al-Andalus de Almería; CEIP Joaquín Tena Sicilia de Abla; CEIP Juan Ramón Jiménez de Almería; CEIP Solymar de El Ejido; IES José Marín de Vélez Rubio; CEIP Otero Novas de Tahal e IES Alhadra de Almería. Durante la primera fase de plan, que se desarrolló en el periodo vacacional de diciembre de 2016, se realizaron actuaciones en nueve centros con una inversión de 262.759 euros. El grueso de obras para la retirada del amianto se dieron en colegios e instituto de la capital almeriense, como en el CEIP Virgen del Mar, el IES Celia Viñas, el CEIP Goya, el IES Caravaca, el IES Alhadra y el CEIP Europa. Las demás tuvieron lugar en CPR Lusor de Sorbas, el CEIP El Argar de Antas y el CEIP Mare Nostrum de Adra.

La segunda fase del plan, ejecutada sobre todo durante el periodo vacacional de verano, ha permitido la retirada de elementos con presencia de amianto y su sustitución por otros carentes de este material, lo que ha afectado sobre todo a la sustitución de las cubiertas de naves, porches y gimnasios. De las 13 actuaciones ejecutadas el pasado 2017, siete de ellas se han desarrollado en la capital almeriense, en concreto, en el centro Ana María Martínez Urrutia, en el centro de profesorado, en el IES Los Ángeles, en el CEIP Ave María del Diezmo, en el IES El Argar, en el CEIP Ángel Surquía, y en el CEPR Padre Méndez. El resto de actuaciones ejecutadas han permitido la mejora de determinados espacios del colegio Nuestra Señora de la Salud de Laujar de Andarax, el colegio Virgen de la Cabeza de María, el colegio Alyanub de Vera, el CPR Sierra Almagrera de Cuevas-Los Lobos, el IES Martín García Ramos de El Ejido y el CEIP González Ros de Sorbas. Tal y como concluye la Consejería de Salud en su informe sobre riesgos para la salud derivados de la exposición a fibras de amianto o asbesto, la exposición a fibras de amianto o asbesto es un riesgo conocido para la salud en el ámbito laboral. De los estudios existentes no queda patente, ni determinados, sus efectos inmediatos en la población general.

Sin embargo, teniendo en cuenta que el amianto fue utilizado profusamente para la fabricación de diferentes productos, principalmente en materiales de construcción, durante la segunda mitad del siglo XX, y que se ha originado cierta preocupación en la población ante su existencia en algunas construcciones escolares, la administración autonómica impulsa esta planificación con el objeto de continuar e intensificar su paulatina retirada de los centros educativos.

Un grupo de seis materiales con efectos nocivos

El asbesto o amianto es el nombre asignado a un grupo de seis materiales fibrosos (amosita, crisotilo, crocidolita y las formas fibrosas de tremolita, actinolita y antofilita) que ocurren naturalmente en el ambiente. Las fibras de asbesto no tienen olor ni sabor. No se disuelven en agua ni se evaporan y resisten altas temperaturas, el fuego y la degradación por productos químicos y biológicos. Debido a estas propiedades, el asbesto ha sido ampliamente usado en una amplia variedad de productos, principalmente en materiales de construcción, productos de fricción y materiales textiles termorresistentes. Los efectos nocivos para la salud derivados de la exposición a esta sustancia, al igual que para cualquier sustancia peligrosa, van a depender de la dosis, la duración, la vía de exposición, las características y los hábitos personales y si están presentes otras sustancias químicas. Las fibras de asbesto pueden liberarse al aire al friccionar materiales que lo contienen durante el uso del producto, demoliciones, mantenimiento, reparación y renovación de edificios o viviendas, así como a causa de la degradación de depósitos naturales o de productos de asbesto manufacturados, como podrían ser las planchas de uralita dispuestas a la intemperie por largo tiempo.

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