El Ejido lindando con las olas: pescadores de Balerma

EN el siglo XVIII encontramos referencias sobre el litoral ejidense, tales como "todas estas playas son acomodadas para pescas y almadrabas", centradas en Balerma. A mediados de la citada centuria faenaban 13 barcos, dotado cada uno de ellos con arráez, sotarráez, y 20 pescadores, en total 286 personas. La situación se mantiene y un siglo después se contabilizan 14 barcos. Simón de Rojas Clemente Rubio, en su Historia Natural del Reino de Granada, aporta breves noticias sobre la pesca a finales de marzo de 1805: "la Almadraba de Dalías es de poco monto, pues su arriendo es sólo de dos mil a tres mil reales; es del duque de Medinaceli, que tiene todas las de la costa, y sólo se emplean en ella gente de Dalías. Se hace entre la torre de Balerma y el castillo de Guarda Vieja. Los muchos arrieros de Dalías llevan el atún a Granada, Baza, Guadix, Jaén, Madrid, etc., y los valencianos vienen a llevarse lo demás". Con el paso del tiempo se detectan momentos de florecimiento, en los que aparece la elaboración artesanal de salazones, como el primer cuarto del siglo XX puesto de manifiesto en las excelentes fotografías de Gabriel García Fornieles, y de decadencia cada vez más acentuada, en 1993 son 10 los barcos censados y 20 las personas que viven directamente de la pesca, hasta llegar a la situación actual en la que una sola familia se dedica exclusivamente a esta actividad, la cual siempre ha sido la más importante seña de identidad de Balerma, albergada en el subconsciente de sus habitantes y aflorada en varias iniciativas y actividades, como la realización de la interesante Historia del sector pesquero de Balerma por la Asociación de Amas de casa Malerba, con la colaboración de José A. Peña Fernández, gran conocedor de este tema y estudioso del mismo durante años.