Empleados de Calar Alto piden la dimisión del presidente del CSIC

Los empleados del Centro Astronómico Hispano-Alemán de Calar Alto (CAHA), en Gérgal mantuvieron ayer la primera reunión con el nuevo director del observatorio, José María Quintana González, a quien le hicieron llegar una carta en la que han solicitado la dimisión del presidente del CSIC, Emilio Lora-Tamayo, así como más "transparencia" en la gestión del centro para determinar "la situación real" del mismo. En su misiva, los trabajadores del CAHA han exigido que se aclare el presupuesto de la entidad así como las retribuciones del nuevo director, toda vez que se ha criticado duramente la política de comunicación del CSIC. "El tratamiento sesgado y poco profesional de las notas de prensa del CSIC acerca de la crisis en Calar Alto ha causado consternación y estupor en el Observatorio y también fuera de él", aseguraron antes de solicitar la destitución de su jefa de comunicación.

Con esto, reiteraron su "desacuerdo absoluto" con el convenio hispano-alemán recientemente rubricado entre el CSIC y la sociedad Max Planck, ya que es "muy lesivo para el centro y para la astronomía en España", sentido en el que también piden la destitución del vicepresidente del CSIC Antonio Figueras Huerta y de la vicepresidenta del sociedad alemana Miriam Grau como firmantes del acuerdo.

"CSIC y Max Planck pactaron en mayo pasado un empeoramiento drástico de las condiciones especificadas en la adenda preexistente. Este empeoramiento presenta, desde el punto de vista del contenido, aspectos que el personal de Calar Alto solo puede rechazar", han apuntado antes de señalar que el presupuesto anual de 1,6 millones anuales es una cantidad "clarísimamente insuficiente para garantizar las operaciones del Observatorio incluso en el escenario propuesto, descrito con el eufemismo 'modo simplificado de operación'".

Asimismo, quisieron en que el procedimiento seguido para negociar el acuerdo se ha elaborado "ignorando por completo la posibilidad de incorporar a la gestión del centro otras entidades" y "en un alarde de falta de imaginación sin considerar posibles ampliaciones del área de negocio del centro más allá de la producción de datos astronómicos".

Igualmente, los empleados creen que se ha elaborado "sin tener en cuenta la posición de referencia" del centro, al propio personal del Observatorio, ni las propuestas formuladas "de manera reiterada y clarísima" por diversas vías.