Un sereno ha sido históricamente una persona que vigilaba las calles de los pueblos y regulaba la iluminación en horario nocturno. Era su obligación recorrer continuamente las calles, y ocuparse por ejemplo hasta de anunciar la temperatura, pero por encima de todo, su obligación consistía en guardar las calles de ladrones y malhechores con la ayuda de una porra y un silbato. Una figura que existió en España hasta finales de los años setenta.

En sus inicios el sereno vivía únicamente de las donaciones o propinas de los vecinos de los pueblos donde llevaban a cabo sus funciones, aunque progresivamente llegaron a percibir un sueldo que habitualmente corría a cargo de los ayuntamientos.

Pues bien, en el municipio de Alcóntar, concretamente en su barriada de Hijate, la necesidad de sentirse más seguros, ha hecho que los empresarios y comerciantes del municipio recuperen la figura de los serenos. Y es que después de que en agosto de 2009 tres ladrones propinaran una paliza al propietario de un restaurante en esta pequeña barriada, que a punto estuvo de costarle la vida. Un suceso que apenas se producía unos días después de que se produjeran otros robos en una campa de tractores o en secaderos de jamones del municipio, las empresas de la localidad, y ante la falta de efectivos, decidieron tomar cartas en el asunto.

La antigua levita, la gorra de plato y el farol dan paso ahora a un chaleco reflectante, un teléfono móvil y un transmisor conectado a la policía y los servicios de emergencias. Los empresarios han contratado los servicios de dos personas que se ocupan de recorrer cada noche las diferentes zonas del municipio en un coche cedido por el ayuntamiento de la localidad. "La figura del serenos hace décadas que se había perdido en nuestro pueblo, pero después de lo que sucedió hace dos veranos, y la alarma ciudadana que se produjo en Hijate, entre todos los empresarios pagamos a estos dos trabajadores y el ayuntamiento colabora con el vehículo" explica el alcalde del municipio, Antonio Ramón Salas, que reconoce que desde que estos dos serenos ejercen sus servicios, los vecinos se sienten más seguros. "Alcóntar es un pueblo muy pequeño y aunque no estamos acostumbrados a problemas, Hijate tiene una salida directa a la carretera y hace que sea muy atractiva para los malhechores. Los serenos han hecho que estemos más seguros, porque aquí no tenemos guardia civil, tienen que venir de Serón, y ellos son los primeros en actuar" añade el primer edil.