Crónicas desde la ciudad

Escultor Juan Cristóbal (I): Desidia oficial

  • Con el militar togado Vizcaino Márquez y el obispo Diego Ventaja, el escultor Juan González Quesada conforma el triunvirato de personajes célebres nacidos en la bella villa alpujarreña

Juan Cristóbal con su esposa, Juana Granel

Juan Cristóbal con su esposa, Juana Granel

Desidia o ignorancia, desmemoria, olvido o ninguneo gratuito… Ordenen ustedes los adjetivos como les plazca. Acertarán ante el desinterés mostrado en el tiempo por ¿responsables? culturales obligados a poner en su justo valor artístico al ohanense Juan González Quesada <Juan Cristóbal> (1896-1961), gloria de la escultura civil española en el pasado siglo XX. Apercibido de que en Granada le homenajearían con una magna exposición de su obra, le comenté a un técnico del área de Cultura del Ayuntamiento sobre la oportunidad de repetir algo similar en la capital de su provincia natal. Aunque fuese más modesta, pero no cutre y escasamente representativa. La repuesta oficiosa y coloquial fue que dicha iniciativa resultaría muy costosa y no asumible debido al trabajo recopilatorio, traslado de las piezas y el obligado seguro de estas. Ante tan “sólidos argumentos” dejé de interesarme por el proyecto. ¿Para qué? Era una causa perdida. 

Tras abandonarles su padre, con diez años marchó con la madre y hermanos a la vecina Granada

Entristece llegar a la conclusión de que en esta bendita tierra morata la Cultura (no el espectáculo vacuo y el postureo) sea la hermana pobre del presupuesto, la “maría” de cualquier administración. Situada al final en la escala de prioridades del político de turno, con todas las honrosas excepciones que quieran. Salvo que algo o alguien tenga influyentes padrinos para acristianarlos. Sin caer en victimismos que a nada conducen, nos produce íntima envidia nuestros vecinos andaluces en cuanto a la importancia que para su conciencia de ciudadanos les reporta la defensa del legado material e inmaterial heredado de generaciones pretéritas. Como sentenciaban los antiguos reporteros en prensa: ¡Cosas de Almería! 

La Alhambra y El Generalife 

La exposición granadina que cito tuvo lugar en el Conjunto Monumental de La Alhambra del 31 de octubre al 2 de marzo de 2013. Al palacio de Carlos V asistí invitado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía (promotora con el Ayuntamiento de la ciudad nazarita) y la Fundación Rodríguez Acosta, quien me obsequió con el catálogo y mostró los fondos de su “carmen” del callejón Niño del Royo. Dicha muestra pretendía “dejar aún más claras las evidentes calidades del autor”. Comprendía el mayor número de obras (82) de Juan Cristóbal (o que guardasen relación con este) reunidas hasta ese momento, traídas de dispares puntos de España, singularmente de la colección familiar en Cadalso de los Vidrios. En orden cronológico, y contextualizados en su “propio tiempo histórico y cultural”, pudimos admirar (en distintos formatos) dibujos, documentos, pinturas, bajorrelieves, bronces, granitos, escayolas, terracotas, pórfidos o mármoles. Originales y/o realizados por amigos del ohanense: Zuloaga, Benlliure, López Sancho, Manuel Ángeles Ortíz, Romero de Torres, etc. Y nos desplazamos, naturalmente, al monumento erigido al escritor y diplomático Ángel Ganivet en los Jardines del Generalife, inaugurado en 1921. Solo faltó la estatua ecuestre del Cid que campea en una céntrica plaza de Burgos o la de Diego Ventaja, paisano y obispo. Pero a estas (y al busto de Navarro Rodrigo) llegaremos en su momento. 

Juan Cristóbal, casa natal en Ohanes. Fotografía de Fernando Díaz Juan Cristóbal, casa natal en Ohanes. Fotografía de Fernando Díaz

Juan Cristóbal, casa natal en Ohanes. Fotografía de Fernando Díaz

Paradójicamente, el lustro anterior anunciaron a tambor batiente (junio de 2008) que “Almería prepara una exposición antológica del escultor Juan Cristóbal”. Aunque el Ayuntamiento no indicaba la fecha prevista para “esta muestra que reunirá una parte de la obra escultórica de uno de los mejores artistas que ha tenido Almería a lo largo del siglo XX”. ¿En agosto, en septiembre…? Sine die. Tirando de refranero: largo me lo fiais o nuestro gozo en un pozo. Mientras tanto, el personal, tan activo según en que otros menesteres, guardaba silencio cómplice a la espera de que “concretasen algunos detalles”. Del asunto nunca más se supo. Al menos la hemeroteca y yo no nos enteremos del lugar, día y hora. En caso de error u omisión por mi parte, no tendría ningún reparo en pedir disculpas a quien ahora critico. Era alcalde Luis Rogelio Rodríguez-Comendador. 

Primeros pasos 

Con el compromiso de seguir alimentando su biografía en una próxima entrega, valga ahora un primer acercamiento a su vida y obra. Mayor de los cinco retoños habidos en el matrimonio formado por la granadina Micaela Quesada Cuadra y el ohanense Francisco González Plaza (el añadido de “Cristóbal” fue un guiño a la figura del abuelo paterno), Juan González Quesada vino al mundo el 24 de mayo de 1896 en la placeta del Fresno (hoy <del fresno de Juan Cristóbal>). En la fachada de dicha casa descubrimos -en comandita con la asociación cultural a su nombre, fundada en 1984 con la asistencia de su hija Falina- una placa que recuerda el feliz alumbramiento de la criatura. A la mayoría de edad, su hermano pequeño, Cristóbal, practicó con éxito la pintura, aunque opacado por la brillantez del familiar famoso optó por opositar a la plaza de restaurador del Museo del Prado, del que llegaría a ser jefe de conservación. En marzo de 2018 el Museo Dª Pakita expuso un óleo suyo, <Retrato de escritor>, personaje sin identificar fechado en 1927 y perteneciente a la colección de Francisco Salmerón. Antes de que nuestro hombre cumpliese los once años, su padre -en una decisión no suficientemente aclarada- vendió bancales y parras y en 1906 abandonó el hogar, a la esposa y prole y se largó sin mayores explicaciones rumbo a Buenos Aires, dejándolos en la indigencia. En tan difícil situación, la madre cogió a los niños y marchose a Granada con su hermana Fernanda. Micaela falleció de tuberculosis en 1915 en su piso de la calle Calderería Vieja.  

juan cristóbal. Monumento a Ángel Ganivet juan cristóbal. Monumento a Ángel Ganivet

juan cristóbal. Monumento a Ángel Ganivet

Centro Artístico                                 

Siendo un escolar aventajado, el chaval se matriculó en el curso 1906/07 en Dibujo Artístico en la Escuela Superior de Artes Industriales, continuando el siguiente lustro en las aulas de escultura. Este es el principio de su formación académica y reglada. Paralelamente, ingresó como botones en el Centro Artístico y Literario de Granada, ciudad de adopción a la que se sintió permanentemente identificado. En tal tesitura fueron los socios del Centro los primeros en confiar en su futuro de éxitos a la vista de unas figuras moldeadas en barro y de los progresos en el estudio del afamado Nicolás Prados, del que sería aplicado discípulo. Con el imaginero se desplazó a Orgiva, donde remató el entallado del retablo mayor de la iglesia parroquial, momento en que recibió su prime e ilusionante encargo: un busto del notario local Antonio Gómez. Antes, Natalio Rivas -importante político natural de Albuñol y unido a Adra por fuertes lazos afectivos- ya había descubierto su talento. Merced a sus buenos oficios, en 1914 le consiguió a <Juanito> una pensión-beca de la Diputación y Ayuntamiento nazarita para proseguir el aprendizaje en Madrid bajo el manto protector del eminente Mariano Benlliure, con el que permaneció seis meses. Pero esto ya forma parte del siguiente capítulo. 

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