Espe Pérez y su hijo Rafa baten récord en 'Mi madre cocina mejor que la tuya'

En el programa de Cuatro Mi madre cocina mejor que la tuya la conocen como la Terremoto de Almería. Esperanza Pérez Rupérez de 51 años y su hijo Rafael Ferre Pérez de 27 años han batido todos los récords del programa al haber estado ocho programas seguidos cosechando una gran audiencia. El carácter de Esperanza causó sensación desde el primer momento. "Ha sido una experiencia maravillosa. Hemos ganado 7.000 euros. 1.000 euros por programa, pero lo vivido ha sido fantástico", comenta Esperanza, que tiene actualmente la coctelería y gintonería Botanicals en el puerto de Aguadulce.

"Mi hijo antes de ir al programa lo único que sabía hacerse eran los macarrones cuando vivía solo y si se ponía a freír un huevo se quemaba los dedos" narra Esperanza Pérez, que se considera una buena cocinera casera. Hace unos años regentó La Cueva en el puerto deportivo de Aguadulce donde era muy conocida. Siempre ha sido una mujer muy activa, con mucho nervio.

"Hemos estado un total de ocho programas y ganamos en siete de ellos. Fue apoteósico porque mi hijo tenía que hacer de comer mientras yo le daba instrucciones para hacer cada receta. Tenía 60 segundos para coger los ingredientes y luego nos daban 35 ó 45 minutos dependiendo de la dificultad del plato para su elaboración. En los primeros 15 minutos él cocinaba siempre bajo mis instrucciones y a partir de ese momento yo podía entrar en la cocina, pulsando un botón, pero el tiempo corría a doble velocidad", explica esta maestra de la gastronomía.

"Tengo que reconocer que mi hijo y yo hemos sido un equipo buenísimo, se dejó llevar en todo momento por lo que yo le decía y hemos bordado los platos" subraya muy orgullosa Esperanza Pérez que a lo largo de ocho programas hicieron Gurullos de Almería, Estofado de ternera, lentejas con pollo, Salmón con salsa de gambas, pimientos rellenos con higadillo de pollo y melocotones, acelgas esparragás, canelones de verdura y pierden con el plato Calamares rellenos con risotto de setas.

"Teníamos que perder porque se me olvidó el arroz para hacer el risotto. Nos dieron 30 minutos y era imposible en ese tiempo poder hacerlo. Rafa no sabía limpiar los calamares y los dejó un poco sucios por dentro. Era un plato de mucha dificultad y teníamos poco tiempo" explica Esperanza Pérez. "Todo el mundo en plató se partían de risa con mis cosas, porque además como no vocalizo bien, se lo pasaron genial. Pienso más deprisa que hablo con lo cual los nervios me alteran".

"Una hermana mía que vive en Madrid se enteró del teléfono del casting para ese programa de Cuatro. Me di cuenta que dábamos perfectamente el perfil, y llamé por teléfono. Cuando me escucharon por teléfono me dijeron que era brutal y me pidieron un vídeo y unas fotos con mi hijo. Le mandamos el material y nada más vernos nos llamaron para ir a grabar de forma inmediata. Tuve que cerrar mi negocio e irnos mi hijo y yo a Madrid un poco a la aventura. Era sábado, hicimos el casting y volvimos ese mismo día por la noche de Madrid. El lunes ya estábamos en el programa", recuerda esta gran cocinera.

"Nos felicitaron por haber sido los mejores del casting. La experiencia ha valido la pena y hasta ahora hemos sido la pareja que más programas ha ganado. Con el dinero que hemos ganado, que nos lo van a pagar a mediados de junio queremos potenciar nuestro negocio en Aguadulce", apunta Esperanza Pérez.

En su local de Aguadulce, Espe guarda celosamente los delantales que les dieron en el programa de Cuatro. "Éramos invencibles y de hecho en septiembre quieren que haga el casting de Gran Hermano para meterme en la casa. Madre mía como estoy yo de loca imagínate dentro de la casa de Gran Hermano".

"Era una locura verme aparecer en el estudio de grabación de Mi madre cocina mejor que la tuya. Desde la siete de la mañana yo iba con mucha actividad, con mucha ilusión y con muchas ganas. Nos comportamos con toda naturalidad, y mi hijo me escuchó en todo momento y aunque luchas contra el tiempo, lo cierto es que estuvo muy bien".

Rafael Ferre cree que gran parte del éxito radica en la forma de ser de su madre. Irradia mucha energía y contagia el entusiasmo, "aunque a veces parezca que te vuelve loco". "Ha sido una experiencia fabulosa, lo hemos pasado muy bien y nos hemos comunicado a la perfección. Yo repetiría otra vez".