Estampas navideñas para recrear un Belén Viviente en Antas

Era una noche de frío pero no era impedimento para las visitas de veratenses, garrucheros y antusos

Estampas navideñas para recrear un Belén Viviente en Antas
Estampas navideñas para recrear un Belén Viviente en Antas
Ricardo Alba

06 de enero 2013 - 01:00

Allí, justo al lado de la Era del Lugar de Antas, se asentaba Belén. No era época de censo y, sin embargo, había un incesante ir y venir de gentes encaminadas todas hacia un pequeño establo adosado a una posada sin habitación libre. Algo más abajo, en el mercado, las vendedoras despachaban el pan recién hecho que un panadero sacaba del horno, mientras en el otro extremo se vendían piezas de carne embutidas o condimentadas. A una prudente distancia se hallaban los corrales donde las bestias encontraban alimento y descanso. Un burro se movía a sus anchas, quien sabe si por lo dicho de un Papa veinte siglos después.

Era una noche de frío, de las de chimenea con un buen fuego, lo que no era impedimento para los antusos, garrucheros, veratenses, y de otros lugares que se habían acercado a vivir de cerca el nacimiento de Jesús, bebé que por cierto y de cuando en cuando le daba buenos chupetones a un artilugio que dieron en llamar, lógicamente, chupete. Dentro del establo, bien en una rústica cuna o en los brazos de su madre María, el niño de nombre Jesús abría enormemente los ojos fascinado por la variedad de niños y mayores que paraban a mirarlo. Ella, la madre, dibujaba una sonrisa vagamente recordatoria de la Gioconda, una enigmática mujer pintada en un lienzo por un pintor que alcanzó gran renombre. Los niños se sentaban en algunas pacas de pajas repartidas por todo el portal, curioso seudónimo que dieron al establo generaciones posteriores. No se veía vaca alguna, tal vez por lo antedicho del Papa.

La estampa del Belén viviente era recreada por los actores de ARTE Garrucha, sí, los mismos de la Pasión de Cristo. Alonso y Pedro Quesada contaban que "el amigo Rodrigo, concejal del Ayuntamiento de Antas, y la Corporación nos plantearon escenificar el Belén y nosotros dijimos que nada, que para adelante, y aquí estamos. Nosotros estamos siempre por colaborar con nuestro pueblo, Garrucha, y con los pueblos de la comarca". Treinta personas aproximadamente participaban en la representación, otras muchas quedaron con las ganas al punto de que, comentaba Alonso, "mañana traeremos más túnicas". Desde el pasado jueves y probablemente hasta hoy domingo, el Belén viviente es un atractivo más que Antas ha puesto al alcance de toso sus vecinos y visitantes, sobre todo del Levante almeriense, gracias a la generosidad y afán de colaboración de las gentes de Garrucha encuadradas en ARTE. Posiblemente habrán de instituir anualmente la representación de los dos momentos más importantes en la vida de Jesús: su nacimiento y su muerte.

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