Evolución favorable del adolescente con quemaduras de sosa cáustica

El joven de 13 años que el viernes resultó herido, con quemaduras de gravedad desde la cabeza a las rodillas, tras ser rociado por un amigo de 14 años en la vivienda de este último mientras estaba en la ducha, está evolucionando de manera favorable de sus lesiones y ha dejado la Unidad de Cuidados Intensivos para seguir con su recuperación en planta. Fuentes de la Delegación de Salud no han precisado la gravedad de las heridas, si bien han querido dejar claro que los informes sanitarios fueron remitidos al Juzgado de Guardia con el parte de lesiones al apreciar la existencia de una posible infracción delictiva. El principal problema al que se enfrenta el adolescente, al igual que otros quemados de consideración con productos tóxicos y corrosivos, es el elevado riesgo de infecciones y está en seguimiento permanente por los profesionales médicos. De hecho, se barajó la posibilidad de su traslado a la Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla en el caso de que no mejorara la inflamación que sufrió a raíz de la acción corrosiva de la sosa cáustica en el brazo izquierdo.

La Comisaría de Policía Nacional de Almería ha confirmado que no fueron alertados ni por los padres ni por los profesionales de Torrecárdenas sobre la acción de otro menor que causo las graves quemaduras en la víctima, de manera que si la Fiscalía de Menores entra de oficio lo hará con el parte de lesiones presentado por los técnicos sanitarios. El padre reconoció el martes a este periódico, que ayer adelantó la noticia de la que se han hecho eco agencias, televisiones y otros medios de comunicación, que el menor está vendado de los pies a la cabeza, conectado a bombas de hidratación y permanentemente cubierto con vaselina para que las quemaduras remitan. Estuvo a punto de perder la visión de un ojo.