Almería

Explosión en El Pintao de Abla

  • El restaurante "El Pintao Viejo" de una tradición culinaria en la provincia, fue el escenario de este desgraciado incidente, que ha quedado marcado en las historia trágica de la provincia

Imagen del estado en el que quedó el restaurante.

Imagen del estado en el que quedó el restaurante.

El municipio de Abla, tardara aún muchos años en olvidar uno de los más desgraciados y graves  sucesos ocurridos en la provincia almeriense durante el pasado siglo, cuando la explosión de una bombona de gas butano acabó con la vida de cuatro personas y otras veintisiete resultaron heridas de diferentes pronósticos algunas de ellas con sensibles secuelas físicas.

La fecha del sábado 10 de abril de 1993, será siempre de triste recuerdo en la provincia de Almería. Hoy  se cumplen veintiséis años del luctuoso suceso. El restaurante "El Pintao Viejo" de una  gran solera y tradición culinaria en la provincia, fue el escenario de este desgraciado incidente, que ha quedado marcado en las páginas de la historia trágica de la provincia de Almería.

El municipio de Abla, tardara aún muchos años en olvidar uno de los más desgraciados y graves  sucesos ocurridos en la provincia almeriense durante el pasado siglo, cuando la explosión de una bombona de gas butano acabó con la vida de cuatro personas y otras veintisiete resultaron heridas de diferentes pronósticos algunas de ellas con sensibles secuelas físicas. La fecha del sábado 10 de abril de 1993, será siempre de triste recuerdo en la provincia de Almería.

Hoy  se cumplen veintiséis años del luctuoso suceso. El restaurante "El Pintao Viejo" de una  gran solera y tradición culinaria en la provincia, fue el escenario de este desgraciado incidente, que ha quedado marcado en las páginas de la historia trágica de  la provincia de Almería. Ese día, la actividad en el restaurante “El Pintao Viejo” había sido la habitual de la semana, con  un gran trasiego de comensales ya que el local de acreditada fama culinaria era un habitual punto de encuentro a la hora del almuerzo, especialmente para los numerosos viajeros que cubrían el trayecto de Almería- Granada y viceversa. A las cinco de la tarde, hora en que se produjo la deflagración, los comensales más rezagados terminaban los postres o apuraban lentamente los cafés.

Todos ellos iban de paso. Para unos el destino final del viaje era Almería capital y para otros Granada.El propietario del local mientras ultimaba los detalles para cerrar el establecimiento, advirtió la presencia de un fuerte olor a gas procedente de la cocina y que había empezado ya a extenderse amenazante por otras dependencias del restaurante. Sin dudarlo, de inmediato ordenó el desalojo del comedor apremiando a salir a los clientes. Unas treinta personas comenzaron a abandonar el establecimiento. Todo se produjo en breves segundos. La terrible explosión -que se originó en la cocina del restaurante- le provocó la muerte en el acto a Consuelo Martínez Cortés de 70 años de edad a quien no le dio tiempo a salir de la cocina.

Las siguientes victimas mortales se produjeron de forma escalonada después de su ingreso en el hospital médico de Torrecárdenas como consecuencia de las irreversibles heridas sufridas.El violento impacto sorprendió a la mayoría de los clientes cuando algunos ya se encontraban en la calle o  en la puerta del local. Si hubiesen permanecido solo un par de minutos más las desgracias personales hubiesen sido mucho mayores. Cinco coches aparcados en la misma calle del restaurante sufrieron daños materiales de consideración alcanzados por la fuerte onda expansiva.

Además de los cuatro fallecidos, más de 20 personas quedaron con graves secuelas

Abla, quedó conmocionada. Desde el centro de Salud, situado a unos cien metros donde se produjo la tragedia y desde la sala de transmisiones del cuartel de la Guardia Civil de la localidad no cesaban las comunicaciones demandando ambulancias y auxilio para los heridos. Al principio los datos sobre la explosión llegaban  bastante confusos a la capital estimándose que el número de afectados podría ser mucho más elevado. En el Gobierno Civil de Almería se coordinaban las labores de intervención, mientras se ponían en alerta cero los quirófano del centro médico de Torrecárdenas.

Desde la capital se desplazaron  hasta Abla quince ambulancias y dos coches de bomberos junto a un equipo de especialistas en explosivos de la comandancia de la Guardia Civil.Más de veinte personas, fueron asistidas en el departamento de Urgencias en el hospital de la capital. Veinticuatro horas más tarde, casi todos los heridos excepto tres, que ingresaron en la UCI, fueron dados de alta clínica.

Seis días más tarde, el 16 de abril, fallecía en la Unidad de Cuidados Intensivos, María del Mar Aparicio García, propietaria del restaurante "El Pintao" tras haber  permanecido durante todo este tiempo en estado crítico debatiéndose entre la vida y la muerte.Un día después, el 17 de abril de 1993 falleció Rocío Escobar Martín, de 33 años de edad. Sufría un estallido de la bóveda craneal. Su corazón y otros órganos fueron trasplantados. Un joven de Vigo de 23 años,  afectado de una severa cardiopatía congénita, fue el receptor de su corazón y otros órganos – córnea y riñones- fueron remitidos al hospital  médico Carlos Haya de Málaga. La cuarta victima mortal se produjo el 20 de mayo.

Durante cuarenta días, estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos, el sacerdote almeriense Liborio López Lupiañez, debatiéndose entre la vida y la muerte, no logrando superar su irreversible situación después de haber  sido intervenido de la rotura del bazo y otras graves lesiones internas.El restaurante quedó prácticamente destrozado y durante el tiempo que duraron las investigaciones fue precintado por orden judicial. Tanto el Gabinete de Policía Científica de la Comisaría Provincial de Almería,  como los técnicos y artificieros de los grupos EDEX de la Guardia Civil elaboraron distintos informes sobre   las causas del incidente.

La empresa de butano Repsol, desplazó desde Granada técnicos especialistas, cuyas investigaciones se aportaron al sumario. En la instrucción del caso intervino el juzgado número 6 de Almería. Tras conocerse el resultado de la explosión, la compañía Repsol Butano emitió un comunicado expresando su más sentido pésame a los familiares de las victimas. Así mismo desde el primer momento de la tragedia, el alcalde de la localidad, entonces Francisco Herrerias estuvo apoyando a los familiares de las victimas  y heridos colaborando la institución municipal para el esclarecimiento de las causas que originaron la deflagración.

Entre las hipótesis causantes del incidente se especuló entonces sobre la falta de una anilla a la goma de la bombona de gas, como el elemento causante del escape. Sea como sea, lo cierto es que cuatro personas inocentes perdieron la vida trágicamente y más de una veintena afectadas, algunas de ellas con secuelas importantes.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios