En 2013, al cumplir su 6º aniversario, Diario de Almería instituyó los premios anuales que “quieren reconocer la labor de los almerienses; de aquellos que han dedicado toda su vida a esta tierra y a los que triunfan fuera de ella, a los innovadores, a quienes que con su labor callada han logrado que Almería sea cada día más grande, más habitable, más creativa y más humana”. Tras la en su momento decisión del jurado y la actuación de la Compañía Yllana y el violinista Ara Malikian, el 6 de noviembre el Auditorio Municipal “Maestro Padilla” era testigo de los galardones concedidos en su primera edición: al economista Juan del Águila, a la diseñadora de calzado Patricia Rosales y el premio de “Cultura y Sociedad” a Julio Visconti, decano de los pintores provinciales y uno de los más grandes acuarelistas españoles del último siglo, según opinión unánime de la crítica especializada.

Visconti, centenario

De ascendencia familiar italiana, en la que varios de sus miembros cultivaban la Música y la Pintura, Julio Visconti Merino nació el 20 de junio de 1921, siendo uno de los nueve vástagos habidos en el matrimonio formado por Carmen y Julio, funcionario de Correos. Actualmente, acompañado de una hermana y con la merma física de un señor centenario, desde su domicilio almeriense cada mañana contempla el azul del Mediterráneo que en tantísimas ocasiones supo plasmar sobre el lienzo. Con anterioridad habitó en Guadíx, en una casa-palacio del siglo XVI propiedad de los marqueses de Villalegre: rehabilitada, adornada de cuadros y antigüedades, lugar de acogida y de animadas tertulias entre amigos. Inmueble que convirtió en la sede de su propia Fundación. Con motivo de la vecindad de tan preclaro personaje, el Ayuntamiento accitano le nombre Hijo Adoptivo y Predilecto, al igual que Almería y su Fiñana natal, quien asimismo le dedicó una plaza.

Entre las múltiples reseñas elogiosas que en el tiempo se han sucedido, la semblanza del ilustre fiñanero pasa indefectiblemente por su biógrafa oficial, Mª Carmen Fernández de Capel Baños, autora del libro <Visconti> (2008). Residiendo en la capital, Julio estudió en el colegio La Salle y seguidamente en la Escuela de Artes y Oficios, donde tuvo de profesor, entre otros, a Juan Cuadrado Ruíz.

Realizó el servicio militar en el norte de África, quedando prendado de la belleza y exotismo de Marruecos (Estas tierras tienen una gran fuerza de atracción), de ahí las repetidas veces que pintó sus paisajes. Subyugantes acuarelas que refrendó en atractivos rincones granadinos y almerienses del interior. Trasladado en 1943 a Madrid, asistió a clases de pintura al óleo y de escultura en el taller de Ramón Mateu; obteniendo en 1958 su primer premio en dicha especialidad e ingresando en la Agrupación Española de Acuarelistas. En la capital logró la medalla de oro “Felipe Trigo” y el 1º premio de Pintores y Escultores de África, galardón que repetiría en 1971.

Ávido del conocimiento de Italia (ampliada a Alemania), se interesó vivamente con una Venecia plena de cromático romanticismo, viaje que aprovechó para exponer en galerías de Roma, Stuttgart, Milán o Bonn. En 1972 fue becado por la Dirección General del Sáhara, dependiente del CSIC para pintar sus paisajes… Más tarde la Dirección General de Correos emitió una serie de sellos Pro-Infancia, reproduciendo en color motivos y paisajes de sus acuarelas.

Valgan solo dos citas, la de su biógrafa y la del critico de ABC, el paisano de Cuevas, José M. Campoy, en el lejano 1967: Julio ha sido y es una de esas personas con un sentido de observación especial y con la decisión de dar al mundo la belleza captada en su hacer: la acuarela.

Visconti vive y trabaja todos los rincones de pueblos, ciudades, costumbres, imágenes cotidianas, presidida por paisajes urbanos y sus arquitecturas, a veces monumentales, o simplemente populares, sin olvidar su atracción por el mar…

Entre sus distinciones cabe señalar asimismo la Medalla de África, Premio Nacional de Acuarela (Valladolid, 1973), Uva de Oro de la Casa de Almería en Madrid; el <Jesús Perceval> de la Casa de Almería en Barcelona; Acuarelista del Año en 1997, Indalo de Oro (1982), etc. Invitado a talleres en los cursos de verano de la UAL, en 2008 fundó la Asociación de Acuarelistas de Almeria.