OBITUARIO

Fallece Don Miguel Lorente, el último médico rural

  • Ejerció la medicina de familia en el Almanzora durante más de cinco décadas y hoy sus habitantes, particularmente los vecinos de Olula del Río, donde estableció su residencia, lloran su pérdida a los 90 años de edad

Don Miguel Lorente, miembro de la Real Academia de Medicina de Andalucía Oriental, fallecía a los 90 años de edad

Don Miguel Lorente, miembro de la Real Academia de Medicina de Andalucía Oriental, fallecía a los 90 años de edad / D.A.

Éramos niños y entonces no lo sabíamos, desconocíamos la dimensión de aquella enjuta figura. En la calle Los Dolores estaba la casa del médico, donde pasaba consulta el doctor Lorente, Don Miguel, como los habitantes de Olula del Río llamaban con respeto casi reverencial a quien todas las madres del pueblo confiaban la salud de sus hijos. Había nacido en Tíjola en 1932, pero desarrolló su carrera en la medicina rural en el Almanzora, donde todos sus moradores lo conocían.

Me contaba hace unos días Andrés García Ibáñez, otro olulense ilustre, que nunca se ha explicado cómo antaño Don Miguel era capaz por sí solo de atender a miles de vecinos de toda una comarca, desde Serón hasta Albox, y hoy en día los grandes hospitales colpasaban a la mínima incidencia. Y es que Don Miguel era mucho Don Miguel. 

A lo largo de la mañana pasaba la consulta y durante las tardes estaba a disposición de todo el vecino que necesitase de su atención, desplazándose maletín en mano donde fuera requerido, siempre atento con la familia y meticuloso en el detalle antes de lanzar el diagnóstico con un peculiar timbre de voz que había que esforzarse en entender, al igual que la caligrafía de sus recetas.

A los críos ochenteros nos gustaba dar pelotazos en la plaza de las Eras, que lindaba con su consulta. Y eso las más de las veces lo sacaba de quicio. Luego, cuando nos tocaba pasar alguna revisión escolar, a los alborotadores del barrio nos impresionaba con su habitual socarronería enseñándonos un muestrario de orejas postizas: "Paquillo, a ti y a tus amigos así se os van a quedar las orejas del tirón que os voy a dar si alguna vez os pillo dando pelotazos".

Lo recuerdo como si fuera ayer en el año 85 dándole consuelo a mi abuela, a mi madre y a mis tías al saber que la marcha de mi abuelo Gregorio 'El Pavo' ya era irreversible, subiendo a diario hasta su alcoba para comprobar la evolución de ese maldito cáncer pulmonar. Él proporcionaba cuidados paliativos cuando todavía eran una mera ilusión.

Así de apasionado de su profesión era Don Miguel, que siempre tuvo a su lado la mejor muleta posible, la que le ofrecía Doña Carmen, esposa, consejera y revisora de la agenda profesional para que pudiera cumplir con todas las citas del día sin que nadie se quedase sin atender. Si es cierto ese dicho de que detrás de todo hombre hay una gran mujer, en el caso de Doña Carmen se cumplía a rajatabla, siempre tan cordial y dispuesta.

Entre los dos formaron un matrimonio próspero que les dio cuatro hijos: José Antonio, Miguel, Manolo y Carmen. Los tres varones siguieron sus pasos, convirtiéndose en afamados médicos en sus respectivas áreas. José Antonio es uno de los forenses más reputados a nivel nacional; Miguel uno de los mayores especialistas en violencia de género del país y Manolo enfocó su carrera por la pediatría. Su hija Carmen cursó estudios de enfermería y hoy en día es maestra de escuela.

Fue algo más que un médico para el Almanzora y Olula del Río, donde su memoria perdurará ya por siempre porque la calle Los Dolores, esa en la que pasó consulta tanto tiempo y donde levantó su casa, se rebautizó hace unos años como 'Académico Miguel Lorente Carrillo', algo que recordaba con mucho orgullo desde que un 21 de mayo de 2004 ingresara en Granada como miembro de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Andalucía Oriental. 

Nonagenario ya, nunca dejó de estudiar artículos científicos o revisar el Vademécum, costumbre cultivada con la lectura de su inseparable ABC y también del Diario. Todos lloran hoy el adiós a los 90 años del médico que durante más de cinco décadas nos curó de los constipados del cuerpo y del alma. Como recordaba Benedetti, "la muerte no es más que una vida vivida" y Don Miguel vivió la suya en plenitud. El Almería sigue a un paso de Primera, dándonos disgustos... Ahora podrá disfrutarlo usted desde el mejor palco posible. Descanse en paz el último médico rural. 

NOTA: El velatorio está previsto que se lleve a cabo en Olula del Río a lo largo de la tarde de este lunes y la misa funeral mañana martes a las 17:00 horas. Después será enterrado en Tíjola. La familia ruega una oración por su alma.

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