Almería

'Falsos mitos' a la francesa

  • Un vídeo de jóvenes galos alienta a no comer tomates en invierno y atiza duramente contra la forma de cultivar en invernaderos de Almería, convirtiendo en generalidad casos puntuales

Además de producir de manera eficaz, Almería es cuna de investigación y desarrollo de nuevas variedades gracias a su clima.

Además de producir de manera eficaz, Almería es cuna de investigación y desarrollo de nuevas variedades gracias a su clima. / r.g.

Ayer a mediodía alcanzaba las 791.313 visualizaciones en YouTube y había generado 3.046 comentarios en este canal. El vídeo Ne mangez surtout pas de tomate en hiver! (¡No coma tomate en invierno!), elaborado y difundido por el grupo Le Tatou conformado por cuatro jóvenes franceses y del que se hacía eco el pasado 23 de marzo el diario El País bajo el titular 'Renuncia a comer tomates en invierno y salva el planeta', castiga al campo almeriense, del cual difunde una imagen muy sesgada, y enciende las redes sociales.

El diario de tirada nacional relata cómo el documental de ocho minutos habla de los invernaderos, de su renovación pero no reciclaje, señalando que la "mayor parte del plástico se quema y el resto puede acabar entre la arena de la playa vecina, o bien directamente en el mar o en el espacio ¿protegido? del Parque Natural de Cabo de Gata, que tampoco pilla tan lejos". También habla de la escasez de agua en la provincia, el uso de la desalinización con "un enorme impacto medioambiental" y de la extracción de agua dulce en pozos, "el 50% ilegales". Tampoco deja de lado la forma de cultivo: "El vídeo te aporta aún otro argumento de peso para que abandones definitivamente el consumo de tomate almeriense: 80% de esos tomates contienen residuos de pesticidas, y el 7% de entre ellos en un porcentaje superior a lo tolerado". Además, se relata: "Los políticos locales son conscientes de estos y otros desmanes, como la explotación laboral de miles de trabajadores inmigrantes, la mitad de ellos ilegales, que tampoco es un detalle al margen, pero las autoridades prefieren mirar para otro lado".

Ante la difusión del documental francés y su "reproducción" en El País, la Interprofesional Española de Frutas y Hortalizas, Hortiespaña, no ha dudado en reaccionar de inmediato. Su presidente, Francisco Góngora, explica que, respecto al medio español, se le ha remitido una carta con el fin de rectificar ya que en el artículo se limita a transcribir el vídeo, "sin contrastar nada", con el perjuicio para la agricultura almeriense que esto conlleva.

De acuerdo a las palabras de Góngora no es que sea incierto lo que se cuenta en el documental porque en un sector tan grande pueden darse casos de quema de plásticos o productores que cuenten con jornaleros de manera ilegal, pero son casos puntuales y no lo mayoritario, por lo que se distorsiona la realidad, "han destacado lo malo". En esta línea, desde Hortiespaña también se ha remitido una carta a la Embajada española en Francia donde se describen las bondades del cultivo en invernadero.

Y es que si en todas las casas, como dice el refranero español, "cuecen habas", la agricultura almeriense está concienciada con la sostenibilidad y con la aplicación de técnicas respetuosas con el medio ambiente. En esta línea, el pasado 31 de enero, Hortiespaña hacía la presentación oficial de su campaña de promoción y difusión 'Cultivos de Invernadero', que en Almería se está desarrollando bajo el eslogan 'Invernadero, el corazón de Almería', si bien arrancaba en 2017: "Nuestra pretensión es llegar al consumidor y transmitirles las bondades y cualidades de las frutas y hortalizas que se cultivan bajo invernadero en el sureste español, y el valor del modelo de producción de este sector, que es referencia a nivel mundial", decía Góngora entonces. Actualmente, según el presidente de la interprofesional, esta campaña está pendiente de validarse por la agencia europea de Consumidores, Salud, Agricultura y Alimentación, Chafea (Consumers, Health, Agriculture and Food Executive Agency).

La iniciativa de Hortiespaña está dividida en dos fases. Una primera enfocada en las zonas de origen de Almería y Granada, y que se desarrolla con el eslogan 'Lo estamos haciendo bien', que pretende que los agricultores se sientan orgullosos de lo que han conseguido con un modelo de producción basado en la calidad, el respeto al medio ambiente y a las personas, sin perder de vista el sabor de los productos y sus propiedades como fuente de salud que son. La segunda fase diseñada bajo el eslogan 'Lo natural es proteger lo que más importa' quiere llegar a los consumidores finales y transmitirles las bondades y cualidades de las frutas y hortalizas, que se cultivan bajo invernadero en el sureste español, y el valor del modelo de producción de este sector que es referencia a nivel mundial.

Mateo Blay, presidente de AGR y experto en marketing sectorial alimentario ya destacó en la presentación de la campaña motivada por la interprofesional en el marco de la última edición de Fruit Attraction en Madrid, que "lo único que estamos haciendo con esta campaña es hacer que el consumidor valore muchos aspectos inherentes al cultivo bajo invernadero que, por desconocerlos, se han creado falsas creencias y no es capaz de apreciarlos". En este acto y como muestra de que las cosas se están haciendo bien, se pronunció el almeriense y ex embajador de España, Inocencio Arias, "hoy presumo de la huerta de Europa, y de un sistema de producción que es modelo de trabajo eficiente, respetuoso con el medio ambiente y comprometido con la sostenibilidad. Con todo ello, hoy podemos defender con orgullo que en Andalucía somos más que toros, fiesta y juerga, porque hemos demostrado que podemos ser fiesta y toros, pero también un modelo de trabajo eficiente y concienzudo, como cada día demuestran el sudor y esfuerzo de casi 20.000 agricultores".

Aún así y, a pesar de los esfuerzos, estos no parecen ser tan efectivos, pues es una, tras otra vez, cuando el campo almeriense se ve sometido a poner en entredicho su manera de actuar. Ahora bien, todas las informaciones que da el documental francés como la forma generalizada de cultivar en Almería pueden ser rebatidas una por una. Por ejemplo, en el tema de los pesticidas, la apuesta de la agricultura almeriense por el control biológico es un hecho con unas 24.000 hectáreas, así en cultivos como el pimiento el 100% de la producción se cultiva bajo esta técnica, mientras en tomate las hectáreas previstas para esta temporada eran unas 6.380, según los últimos datos difundidos por le Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía. Ésta también comunicaba a finales del año pasado, respecto a los productos que superan el límite máximo de residuos, que Almería sigue manteniendo buenos datos y bajo la media de la Unión Europea, "de las muestras realizadas en La Mojonera en 2007 estábamos en un 7,5%, en 2008 bajamos al 0,7% mientras en la UE la media era del 2,8% y, ahora estamos en el 1,4%". Respecto a la gestión de residuos como plásticos, sí es cierto que se viven altibajos, reavivándose en el último trimestre de 2017 la polémica en torno a Clicloagro, encargada organizar el circuito de retirada y reciclaje de los plásticos agrícolas, a pesar de ello, los agricultores no cejan en su empeño del tratamiento adecuado y de ahí sus últimos encuentros como el de la organización Coag con la nacida recientemente en Almería Asociación de Gestores de Residuos Agrícolas. Por seguir contrastando, la publicación 'Los invernaderos de Almería', que coordina Diego Luis Valera y publicaba Cajamar a partir de la Cátedra Cajamar de Economía y Agroalimentación de la Universidad de Almería en 2014, incide en que la producción bajo plástico destaca sensiblemente por su elevada eficiencia en el uso del agua y de los nutrientes. Con respecto al consumo energético, gracias al clima favorable, es muy inferior a otras zonas de cultivo, así, según la publicación de Cajamar, es 22 veces inferior al de los invernaderos holandeses. Desde el punto de vista medioambiental, los invernaderos tienen efectos positivos insuficientemente valorados. Tal y como se expone en el libro, uno de ellos es la bajada de la temperatura de la zona al ser reflejados los rayos solares en las cubiertas de los invernaderos, incrementando así el albedo las miles de hectáreas concentradas de los invernaderos de Almería. Hay que destacar el efecto como sumidero de dióxido de carbono (CO2) que tienen los invernaderos, debido a la enorme densidad de plantas y la gran extensión que ocupan. Sólo en la campaña 2012/13 los cultivos de pimiento y tomate bajo invernadero en Almería fijaron la nada despreciable cifra de 515.672 toneladas de CO2.

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