Faltan curas para tanta iglesia
Hay sacerdotes que tienen que cubrir la demanda de hasta siete parroquias · Pueblos como Doña María, en Las Tres Villas, se han quedado con una misa cada 15 días en lugar de cada domingo
La Iglesia católica afronta un serio problema de escasez de sacerdotes y vocaciones que ya ha dejado a varios pueblos de la provincia de Almería sin párroco propio. Se trata de una situación con la que la diócesis lleva lidiando desde hace años y por la que ha tomado la decisión de paliar el problema con la ayuda de los diáconos, que aunque no son muchos, sí pueden en un momento dado oficiar los sacramentos en los que no haya eucaristía, es decir, pueden celebrar bautizos, matrimonios y defunciones.
El déficit de curas ha llegado a tal punto que hay municipios cuyas parroquias han pasado de celebrar una misa cada domingo, a una cada quince días. Semana sí, semana no. Esta es la solución que se ha adoptado por ejemplo en el municipio de Doña María, en Las Tres Villas. Los feligreses, además de no estar contentos, sienten que se han quedado huérfanos de algún modo, sobre todo las personas mayores que acostumbran a escuchar su misa de rutina cada fin de semana y no pueden desplazarse al pueblo más cercano por no tener vehículo propio o familia que les acerque a cumplir con sus actividades religiosas.
El problema, que reconoce sin tapujos el propio Obispado de Almería, es tal que para cubrir la demanda actual en la provincia se necesitarían unos 20 sacerdotes más, como mínimo, para atender todas las parroquias que hay actualmente, tal y como explicó a este periódico el vicario general Tomás Cano, y como ya apuntó el propio obispo Monseñor Adolfo González Montes en la comida de Navidad con los medios de comunicación.
Por hacer una recomposición del mapa de la Iglesia católica en Almería, sólo basta con hacer las cuentas. Y es que hay unas 213 parroquias para sólo 68 sacerdotes en activo. Las claves que podrían explicar la falta de curas para oficiar las misas son, entre otras cuestiones, que son más los que se jubilan que los que se incorporan, además de la marcha de los frailes, los dominicos y los franciscanos que ya han dejado de existir en nuestro territorio. Y a esta coyuntura, hay que sumar también los casos de curas que cada año dejan los hábitos. Aunque no son muchos, sí se dan algunos.
No obstante, hay que tener en cuenta que son muchos los sacerdotes que a la edad de 75 u 80 años, aún siguen oficiando misas como medida de apoyo o de ayuda a los que no dan abasto. Y que cada año se ordenan en Almería nuevos sacerdotes. Como indicó el vicario general del Obispado, en el año 2012 se van a ordenar un total de seis sacerdotes, dos en enero y otros cuatro que lo harán el próximo día 8 de diciembre.
En zonas como la Alpujarra almeriense un solo sacerdote lleva las parroquias de siete pueblos, y lo mismo ocurre en la comarca del Alto Almanzora. Peor suerte han corrido Serón y Abla, que se han quedado sin cura residente y la iglesia está atendida los fines de semana por otros sacerdotes de los municipios más cercanos.
En Huércal-Overa cuentan con dos curas para sacar adelante todo el casco urbano y las 19 pedanías que tiene. Y en el caso de El Ejido, de Roquetas de Mar o de Adra, donde el número de parroquias ha crecido de forma destacada en los últimos años, la situación se agrava aún más. Pero la demanda está cubierta, aunque con mucho esfuerzo. Y para muestra un botón. Un ejemplo es que en Almería capital hay iglesias que tienen hasta cinco misas el fin de semana, de forma ininterrumpida.
La situación es tan extrema que aunque la Iglesia dicte que un cura debe oficiar como máximo tres misas al día los domingos, la realidad es bien distinta si tenemos en cuenta la celebración de otros actos religiosos como son los sacramentos. Y es que si un párroco ha realizado tres misas un domingo y se presenta un bautizo o un entierro, por ejemplo, puede hacerlo. Y esto dilataría aún más su jornada.
La situación no es un caso aislado en Almería. Son muchas las provincias que tienen que hacer encaje de bolillo y recurrir a reorganizaciones de los calendarios para cumplir con la misión pastoral en la diócesis.
Cada parroquia implica una configuración territorial, en la que hay un templo principal y varias capillas satélites. Esta concepción data de hace 50 años, pero hoy existe otra realidad. Actualmente, cada parroquia tiene su cura, pero en cada territorio hay muchos más templos, dos, tres o diez capillas, y no en todas hay misas los fines de semana. Los sacerdotes se alternan entre una y otra, como lo que ha ocurrido en el municipio de Doña María, en Las Tres Villas.
Según indicó a este periódico Tomás Cano, a pesar del sentimiento general que pueda tener la sociedad, en la provincia de Almería cada vez son más las personas jóvenes y matrimonios que van a misa, basta con acercarse a cualquier parroquia y comprobarlo. La gente está abierta a participar en los actos religiosos "gracias a Dios". No obstante, destacó Cano, "evidentemente no van todos los que quisiéramos".
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