Crónicas desde la ciudad

Familia Gómez Spencer (I). Licenciada en Medicina

  • El brillante expediente académico hace honor a su inteligencia: solo tres cursos –con sobresalientes notas- para que la primera almeriense se licenciara en Medicina y Cirugía en Madrid

Elena en Tánger, con su asistente personal

Elena en Tánger, con su asistente personal / gentileza de Mª del Mar Zobarán

Durante el gobierno liberal de Práxedes Mateo Sagasta, la regente, María Cristina, firmó el R.D. que desarrollaba los Estatutos para el Régimen de los Colegios Profesionales de Médicos y Farmacéuticos en España, publicado en la Gaceta el 15 de abril de 1898, complementario a la Ley de Sanidad. Con motivo del centenario del de Almería, Porfirio Marín elaboró un monográfico referente en el estudio de la Sanidad provincial. Desde su fundación en 1901 se han sucedido 17 presidentes a continuación de Baldomero García Blanes, con el nº 1 de colegiado. Antes de la actual en calle Gerona nº 11, el Colegio disfrutó de dos sedes propias, en ocasiones compartidas por los Colegios de Farmacéuticos y Veterinarios

Pioneras 

Retomamos la biografía de una destacada almeriense en el ámbito científico, lamentablemente desconocida incluso por sus compañeros de profesión. En los albores de la Medicina reglada no se registra la presencia de mujeres en las incipientes Facultades, como protomédicas o a la cabecera del enfermo. Debieron transcurrir centurias para que, con reservas, la sociedad aceptara la paridad sin discriminación de género. Hasta 1922 no se inscribió ninguna en Colegios andaluces mientras que en España las primeras fueron, presumiblemente, Helena Masseras (1879) y la también catalana Martina Castells. En Almería tal distinción recayó en Consuelo Rodríguez Rienda: 20 de junio de 1933, nº 252 en el escalafón y 24 años de edad. Hermana igualmente de médico, con consulta en plaza de La Catedral y calle Real; en septiembre de 1958 causó baja por traslado. La segunda en darse de alta (diciembre, 1938) es Milagros Rivera Tovar, bilbaína que según su ficha colegial ejerció de puericultora durante la guerra civil en el Servicio de Higiene Infantil. 

Entre sus insignes profesores clínicos destaca la figura del Dr. Carlos Jiménez Díaz

Porcentaje que desde lustros atrás aumenta exponencialmente a favor de las féminas en el segmento de menores de 35 años. La cifra contrasta llamativamente con las solo 10 antes de 1966: las citadas Consuelo Rodríguez y Milagros Rivera; Isabel Téllez, Elena Lázaro, Mª Ángeles Soler Planas, Sigelinda Soria, Isabel Iniesta, Francisca Crespo, Mª Ángeles Carretero y María Fernández. Sin embargo, ni antes ni ahora ninguna ha presidido el Colegio Oficial de Médicos. 

No colegiada 

Elena, Sofía, Gustava, Fernanda Gómez Spencer vino al mundo en la tarde del 30 de mayo de 1894 en el domicilio familiar de calle Gerona nº 10. Fruto del matrimonio formado por Bernabé Gómez Iribarne y María Spencer Rabell, su segunda esposa (unido en primeras nupcias con su hermana Elena, de la que enviudó). La diferencia de edad es considerable: él 49 años y ella 24. Gustavo (laureado jinete deportivo) era hermanastro; Alejandro (también militar y experimentado piloto) y Virginia (casada con el arquitecto Antonino Zobarán), hermanos. El padre, ingeniero responsable de la Jefatura Provincial de Minas, falleció en diciembre de 1909, reiterando las necrológicas su intachable trayectoria y amor a Almería, plasmado en distintas iniciativas. En ese hogar acomodado y culto, la infancia de Elena debió transcurrir feliz antes de que a los 16 años se casara (en la Patrona) con Luis Pardo de la Torre Ayllón. En fecha sin determinar se separaron de hecho, tras residir un tiempo en Granada, y el 13 de diciembre de 1932 obtuvo el divorcio según sentencia de la Audiencia madrileña, quedando “la hija (Elena) habida de este matrimonio en poder de la madre y bajo su potestad”. Esta maridó posteriormente con Gonzalo Ferry, médico condenado en la posguerra a 12 años de prisión por “adhesión a la revolución”. De la segunda etapa –y pinceladas de sus hermanos- su sobrina-nieta Mª del Mar Zobarán nos proporciona más datos de interés. 

Bernabé Gómez iribarne Bernabé Gómez iribarne

Bernabé Gómez iribarne

Huérfana de padre y madre, viajó a Madrid matriculándose a edad tardía para la época -rebasada la treintena- en su Facultad de Medicina, alojándose en la Residencia de Señoritas de la Junta para Ampliación de Estudios, homónima a la de hombres de la Institución Libre de Enseñanza. “Marcha a Madrid sigilosa y oscuramente, en lucha homérica con el destino implacable que no respeta sexos… “, críptica frase leída en prensa que no alcanzo a desentrañar. ¿Tenía acaso relación con la pedida de mano y fallida boda en 1912?              

Reapareció en Almería en junio de 1930, durante el homenaje en el Balneario Diana a un joven colega. Sin embargo, es ella quien suscita la mayor atención al conocerse la obtención del título en Medicina y Cirugía con las máximas calificaciones y en tan solo tres años de carrera (1928-1930). Al convertirse en la primera coprovinciana en lograrlo, las muestras de admiración se suceden, momento en que el periodista Fernández Doris sugiere que el siguiente agasajo se dedique a su persona, aceptándolo la presidencia del Colegio. Tuvo lugar en el Casino al mes siguiente, concurriendo autoridades y la práctica totalidad de compañeros. El concejal Villegas propuso que se la honrase con una céntrica vía y el Ayuntamiento –tras informe favorable del cronista oficial, Joaquín Santisteban- aprobó que fuese la calle Estrella, en La Almedina; cambio que no llegó a producirse.

Además de la prensa local, ABC y La Vanguardia se hicieron eco del acto. En agosto, Diario de Almería publicó una breve pero sustanciosa entrevista. Ahí expresa su inclinación infantil por la lectura en la biblioteca paterna, aunque declinó estudiar Letras Clásicas; que hizo varios cursos en la Escuela Nacional de Puericultura matritense pero prefirió dedicarse a la Medicina Interna y que había asistido a la clínica del Dr. Medinabeitia, profesor a quien, al igual que al Dr. Jiménez Díaz (con el que realizó prácticas de laboratorio), profesaba gran admiración, sus auténticos referentes científicos. Por último, y tras citar a otra estudiosa aspirante a médico, Isabel Téllez, dudaba si abrir o no consulta en Madrid. 

Militante del PSOE, en 1931 aspiró sin éxito a un acta en el Congreso de los Diputados

Militante del Partido Socialista, en junio del siguiente año vuelve a Almería y se presenta en la Casa de Pueblo (hoy Archivo Municipal), junto a nueve correligionarios, como pre-candidata al Congreso. Finalmente no salió elegida; siendo el arquitecto Gabriel Pradal y el docente Benigno Ferrer quienes tras las elecciones a Cortes consiguieron el acta de diputados.                            

La tía de Tánger 

Así la llamaban cariñosamente los hijos de su hermana Virginia cuando Elena  -ya mayor, pero muy lúcida- iba a visitarlos a Bilbao desde Tánger, donde se trasladó antes del trienio incivil. En cambio, su hija Elena era la “Tita de Madrid”. A caballo entre la Villa y Corte y la cosmopolita e internacionalmente abierta ciudad norteafricana, la vocacional pediatra ejerció en la vecina Granada, inmersa en su clima universitario. En Tánger (donde está enterrada) abrió gabinete privado y participó de lleno en su vida social, relacionándose de igual a igual con la colonia de destacados personajes nacionales y extranjeros que allí tenían fijada su residencia. Decidida defensora del aborto, debió soportar las presiones de la autoridad rabina y del director del Hospital Español, empeñados en que abandonara la práctica médica.    

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