La tradición se cumplió un año más en las iglesias de Almería, la mayoría de las cuales celebraron la Vigilia de la Inmaculada con una Eucaristía y algún otro acto festivo. La Inmaculada Concepción de María, conocida también como la Purísima Concepción, es un Dogma de la Iglesia proclamado en 1854 que afirma que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el primer momento de su concepción por intercesión de Jesucristo, recogiendo el sentir de dos mil años de tradición cristiana. Se celebra el 8 de diciembre, nueve meses antes de la Natividad de la Virgen, el día 8 de septiembre.

La definición del Dogma, contenida en la bula Ineffabilis Deus del 8 de diciembre de 1854, fue promulgada por el papa Pío IX. Incluso la Iglesia amplía el Dogma y asegura que la Virgen fue concebida sin pecado original y que permaneció durante toda su vida libre de toda mancha de pecado, mortal o venial. La doctrina católica reafirma con la expresión «llena de gracia» (en latín: gratia plena) contenida en el saludo del arcángel Gabriel en la Anunciación y recogida en la oración del Ave María, este aspecto de estar libre de pecado por la gracia de Dios.

La Inmaculada Con-cepción de María fue declarada ‘Dogma’ en 1854 por Pío XII

Pues bien, uno de los templos de Almería donde más se celebra la citada Vigilia es en el de San Sebastián, quizá propiciado por el hecho de que en la plaza que existe ante la fachada de la iglesia se alza un monolito en cuya parte superior de halla una pequeña imagen de mármol blanco de la Virgen Inmaculada. Un año más, a las 19.30 h. se ofició la Eucaristía con la iglesia llena en su totalidad, a cargo del padre Ángel Becerra, para salir los fieles posteriormente en procesión, comandada por el consiliario, Manuel Cuadrado, a la plaza hasta llegar a los pies de la Virgen. Centenares de feligreses acompañaron con velones el cortejo.

Ante la prohibición de lanzar los cohetes, los fieles se conforman con encender bengalas.

En su predicación, el vicario parroquial destacó que el Evangelio de la Anunciación, leído anteriormente, es uno de los que más se repite a lo largo del año litúrgico, acontecimiento que ha sido secular fuente de inspiración de pintores y poetas. Muy conocidas son las inmaculadas de Alonso Cano pero muchos más pintores han inmortalizado esta advocación de la Virgen.

Tras la Eucaristía los cientos de fieles y feligreses reunidos en el templo salieron del mismo en procesión con velones en las manos y se dirigieron a los pies del Monumento. La Banda de Cornetas y Tambores Ntra. Señora del Mar de Huércal de Almería amenizaba el acto interpretando marchas sacras y finalmente varios villancicos populares. Las dos cofradías radicadas en San Sebastián, Cristo del Amor y Virgen del Carmen de las Huertas, realizaron sendas ofrendas florales y re-alizaron diversas lecturas mientras que los fieles acompañaban con bengalas y cánticos. Fue un año más una emotiva y cálida Vigilia de la Inmaculada.