Fiesta de cuero y motor en Mojácar
Moteros procedentes tanto de fuera como de la provincia celebraron un intenso día de actividades en el que no faltó la música · La organización de la concentración espera el día en que sea "mítica"
Te enfundas el traje de motero, ajustas el casco, última mirada a la reluciente 'burra' por aquello de asegurar lo asegurado una y otra vez. El asfalto y tú os encontráis de nuevo. Cielo soleado, 27º en el termómetro exterior, dentro de la armadura algunos más. Destino: concentración motera 'Mojácar-Mandala Beach'. Trescientos kilómetros por delante y otros tantos de vuelta, bien para un fin de semana en el que, además, hay playa, música, fideuá, o sea, muy completito.
La Peña se congrega en la gasolinera que está justo al costado de 'Casa Tomás', buen jamón de tapa con la cervecita sin alcohol. Se ven algunas caras nuevas entre los compañeros de viaje. Bienvenidos. Reemprendida la marcha, unas cuarenta máquinas, la mayoría con 'paquete', enfilan la ruta a velocidad moderada. Las miradas de los automovilistas, sobre todo de los chiquillos, se fijan en las custom o tuneadas como auténticas obras de arte aunque se ha de reconocer que también las hay muy 'friki', cuestión de gustos. A estas alturas es indiscutible el papel de la concentración motera de Mojácar. Quizás, con el paso del tiempo, se convierta en una de las míticas concentraciones tipo Harley. A pesar de la situación económica más de 400 motociclistas han acudido a la tercera llamada de la Mojácar-Mandala Beach. Además, al buen tiempo le queda poco tiempo y hay que aprovechar los buenos fines de semana, las oportunidades para subir a la moto y hacer kilómetros.
A media tarde del viernes llegada a Mojácar con el mar a un lado y la montaña al otro, un paisaje que no por conocido pierde atractivo. Entre los centenares que se han adelantado, amigos, colegas y compañeros, algunos ya han dejado el equipaje en el alojamiento. Detrás queda lo cotidiano, comienza un ameno y divertido fin de semana. ¿Qué tal todo por aquí? "Fenomenal, hay un montón de peña y ya hemos coincidido con varios conocidos. La zona está muy bien, lástima que el agua está un poco fría porque esta playa es una chulada. En el pueblo ya hay bastante ambientillo". Por la noche espera un rato de humor y lo que caiga. Lo que cae es un grupo de mucha marcha porque no hay concentración motera sin música rock.
Ya, a la mañana siguiente, recepción e inscripciones con la entrega de una bolsa, ya se sabe, camiseta, llavero, pin, y un pañuelo motero. Subida al pueblo de Mojácar que merece la pena, vistas fantásticas.
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