Fin de temporada en Viator con un festival taurino grácil y dadivoso

GANADERÍA: Novillos de Germán Gervás. TOREROS: Canales Rivera, cinco pinchazos, aviso descabello. SILENCIO. Cogido; José Olivencia, tres pinchazo y entera delantera caída. DOS OREJAS Y RABO. Jesús Almería, entera tendida trasera y caída. DOS OREJAS que rechaza toreramente. Antonio Olivencia, pinchazo y media sin puntilla. DOS OREJAS. Ángel Piedra, pinchazo, más de media delantera y contraria, aviso, dos descabellos, aviso. OREJA. Sergio Roldán "El Serení" cuatro pinchazos, aviso, dos pinchazos, aviso, cuatro pinchazos, media en lo alto, OREJA INCIDENCIAS: cerca de media entrada. Presidencia sin seriedad en los trofeos y en los plazos de los avisos. Buen tiempo entoldado, luce sol a partir de la tercera faena. Novillos correctos de presencia.

Tenía su interés asistir al último cartel del año en la provincia. Aunque festejo menor, siempre que nos olvidemos del desmadre en la otorgación de trofeos, había que poner todos los sentidos para el disfrute porque los novillos en la variedad de comportamientos dispusieron tesitura para el calibre de los coletudos.

Canales Rivera se las vio con uno noble, justito de fuerza que se quedaba corto por el izquierdo con el que estuvo siempre descargado sin obligar y sin sustancia siendo cogido escandalosamente por aguantarle sin toque.

José Olivencia con el segundo que fue repetidor con celo al que le costaba humillar pero buscaba botos, que apretaba cuando se le plantaba cara al que el torero de La Cañada le ganó muy bien los terrenos pudiéndole a la media altura.

Jesús de Almería lidió con el manso que ya en el capote se le venía cruzado aunque asomaba mejor son y entrega por el izquierdo. A pesar de los intentos por sacarlo a los medios no hubo más remedio que dejarlo ir a tablas para darle algo de fiesta.

El banderillero Antonio Olivencia quiso darse un homenaje lidiando y dando muerte a un novillo que resultó falto de fuerza y con falta de un tranco en la embestida. Olivencia resolvió con el capote y estuvo muy lucido. Por entrega y dignidad fue muy aplaudido. Y nos regalaron entre él, su pariente Jose y 'El Serení' un buen tercio de banderillas.

Al novillero Ángel Piedra le costó centrarse en capote y en muleta mostró ganas sin resolver el embroque. Con quietud y mano baja otro cantar hubiera sido.

'El Serení' quedó tambaleante un cogida mientras resolvía muy bien con el capote. Hizo faena de altibajos con momentos de mucho temple. Con la espada, un mitin y la presidencia le perdonó lo que hubiera sido un mal borrón.