Formación solidaria para evitar incendios en asentamientos chabolistas del campo de Níjar

Los asentamientos chabolistas enclavados en el mar de plástico de la comarca de Níjar sufrieron cinco incendios en menos de un año. Entre diciembre de 2020 y octubre de 2021 fueron pasto de las llamas las infraviviendas de plásticos y palés de madera hasta en cinco ocasiones en las que el fuego arrasó los poblados de los trabajadores de los invernaderos de Walili, Don Domingo en Las Casillas en Atochares y La Paula en El Viso. Siniestros que dejaron sin techo a cientos de personas, alguna que otra atendida por las heridas, quemaduras de distinto grado e inhalación de gases, pero afortunadamente sin fallecidos.

Este riesgo creciente durante los últimos años y cada vez más presente en los asentamientos ha motivado una formación pionera en prevención de incendios de la Federación Andalucía Acoge y la ha impartido un referente de la solidaridad. El bombero sevillano Manuel Blanco fue uno de los tres voluntarios de la ONG ProemAid acusado por la justicia griega en enero de 2016 de tráfico ilegal de personas -con petición de 10 años de cárcel por cada inmigrante- al participar en el rescate en la isla de Lesbos en su huida de la costa turca a través del Mar Egeo. Fue absuelto de todos los cargos el 7 de mayo de 2018 con los otros dos bomberos (Julio Latorre y José Enrique Rodríguez), y mantiene su intacto su espíritu fraternal y vocación de ayuda a los demás. El también nadador de rescate ha protagonizado la iniciativa de la Federación, con el respaldo del equipo de Almería Acoge, para que los asentamientos sean más seguros.

Manuel Blanco ha trasladado a los habitantes de estos poblados chabolistas una serie de nociones básicas sobre la prevención de los incendios, los tipos y uso de los extintores, cómo actuar cuando se produce el fuego y las pautas de asistencia en el caso de sufrir quemaduras. Según ha relatado la asociación en un comunicado, uno de los grandes problemas que se producen con el incendio de un asentamiento es el mínimo margen de reacción que tienen los habitantes, sobre todo cuando no se encuentran en el poblado al desplazarse a trabajar. El fuego unido a los materiales con los que se construyen las chabolas hace que los tiempos para actuar sean prácticamente inexistentes y no se puedan salvar pertenencias y documentación.

Manuel Blanco improvisó una clase, con sillas y pizarra, entre las chabolas de los asentamientos nijareños para ofrecer directrices que pueden ayudar a minimizar los considerables daños del fuego tras la reincidencia con la que se vienen produciendo en el último año. Según desgranó el bombero sevillano, tener preparada una mochila para en caso de incendio salir corriendo y alejarla de las llamas o enrollar en una sábana ignífuga los documentos valiosos o meterlos en una caja metálica y enterrarlos bajo tierra pueden ser de gran ayuda para las víctimas de este tipo de siniestros. Desde Almería Acoge han querido dar las gracias por su predisposición a desplazarse a la provincia para impartir la formación a Manuel Blanco, además de reconocer su labor solidaria ayudando a los que más lo necesitan.